WASHINGTON. El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo ayer que mantiene su “confianza” en su directora gerente, Christine Lagarde, citada por la justicia francesa para responder sobre su papel en la indemnización millonaria concedida en 2008 a un empresario cuando era ministra de Finanzas en su país.

 

El portavoz del FMI, Gerry Rice, dijo ayer en su rueda de prensa quincenal que el Directorio Ejecutivo, el principal órgano rector del Fondo, ha sido informado “recientemente” sobre las últimas novedades del caso y mantiene su “confianza” en la capacidad de Lagarde para dirigir la institución internacional.

 

El portavoz se ciñó a las líneas de la declaración de confianza que el Directorio Ejecutivo emitió en marzo, cuando el apartamento de Lagarde en París fue registrado por los investigadores.

 

La directora gerente estaba llamada a comparecer ayer ante los jueces instructores en el Tribunal de Justicia de la República por su papel en el caso de la indemnización pública millonaria al empresario Bernard Tapie en 2008 cuando era ministra.

 

Al llegar al FMI, Lagarde pidió que se le retirara la inmunidad diplomática que le correspondería, por lo que no podría recurrir a ella si es imputada por la justicia francesa.

 

Rice recordó que el “Directorio Ejecutivo ya acordó hace algún tiempo eximirla de la inmunidad diplomática, lo que la capacita para comparecer ante un tribunal. La directora gerente fue la que pidió esta exención” para ejercer su defensa.

El portavoz evitó hacer más comentarios sobre el caso por el que se ha citado a Lagarde, ya que es una investigación en curso, y dijo no querer entrar en “cuestiones hipotéticas” sobre si podría verse obligada a renunciar.

 

La declaración ante los magistrados en París podría prolongarse hasta hoy y cuando termine se sabrá si no se presentan cargos o es acusada de complicidad en falsificación y malversación de fondos públicos por el procedimiento de arbitraje que eligió para poner fin al contencioso entre el Estado y Tapie.

 

La decisión de arbitraje tomada en 2007, cuando Lagarde era titular de Finanzas, se resolvió un año después con una indemnización de 403 millones de euros (519.8 millones de dólares) al empresario.

 

El FMI era consciente de los posibles problemas con la justicia que se avecinaban para Lagarde, cuando en julio de 2011 fue nombrada nueva directora gerente en sustitución de Dominique Strauss-Kahn, quien dimitió de su cargo tras ser imputado en Estados Unidos como presunto autor de una violación en un hotel de Nueva York, acusación que luego fue retirada.

 

A raíz de aquel escándalo, el FMI recordó que la inmunidad de sus directores gerentes es limitada y no era aplicable en el caso de Strauss-Kahn.