Un terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter, se registró este viernes en el mar de Ojotsk; aunque no dejó víctimas, provocó una alerta de tsunami en el extremo oriente de Rusia y se sintió hasta en Moscú, a unos diez mil kilómetros de su epicentro.
El movimiento telúrico, que fue seguido de varias réplicas, se produjo 05:47 (hora local)en el mar de Ojotsk.
El departamento de Emergencia de la región de Sajalín, que incluye la isla homónima y cuatro islas Kuriles, decretó inmediatamente alerta de tsunami e instó a la población a abandonar las zonas de riesgo y dirigirse a lugares elevados.
Sin embargo, poco después el Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia anunció que no había peligro de tsunami para la costa este de país y levantó la alerta.
Según las autoridades de la península de Kamchatka, vecina de la isla de Sajalín, el seísmo no causó víctimas ni daños materiales.
Un portavoz del Servicio Hidrometeorológico de Rusia indicó a RIA-Nóvosti que por las características y la localización del foco del terremoto, a 602 kilómetros de profundidad, el seísmo no debería generar más que una ola de un metro.
El terremoto se sitió prácticamente en todo el país, incluidas Moscú y San Petersburgo, la antigua capital imperial.
En la capital rusa, según datos de la policía, unas 9 mil personas abandonaron sus viviendas y oficinas al sentir el temblor de tierra, que fue especialmente perceptible en las plantas altas de los edificios.
La policía y los servicios de emergencia de Moscú recibieron numerosas llamadas de habitantes de la ciudad alarmados por el suceso.
“Le pido que mantenga la situación bajo control y tranquilice a la gente. No ocurre nada terrible”, dijo el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, citado por la agencia Interfax, al jefe del Departamento de Emergencia de la ciudad, Yuri Akímov.
El Instituto de Física de la Tierra (IFT) de la Academia de Ciencias rusas indicó en su página web que la pequeña intensidad con que se sintió el terremoto en la grandes ciudades de la parte europea del país no representa ningún peligro para su habitantes.
“En Rusia central, como en la ciudad de Moscu, no se observa ninguna actividad sísmica local”, subrayó el IFT, que explicó que el terremoto afectó una extensa superficie debido a su elevada magnitud y la gran profundidad de su hipocentro.