Tan profundo y maravilloso era el sueño del Tijuana, en plenos cuartos de final de la Copa Libertadores e imponiéndose 2-0 a uno de los mejores equipos del continente, que se quedaron dormidos y no supieron sentenciar la eliminatoria.
Su rival era el Atlético Mineiro de Ronaldinho, al que tuvieron sometido durante buena parte del partido, dominio que no se reflejó con un 2-2 final.
El primer tiempo abundó en ocasiones de gol para Xoloitzcuintles, aunque con poca contundencia por parte de sus ofensivos. Aun así, al minuto 32 el colombiano Duvier Riascos logró doblegar al guardameta Víctor para abrir el marcador a favor de los locales. De Ronaldinho se vio muy poco; constantemente cayendo al césped y reclamando al árbitro, el otrora mejor futbolista del planeta y no convocado por la selección brasileña para la Copa Confederaciones, ratificó lo lejos que se encuentra de aquellos años dorados en el Barcelona.
En la segunda mitad, el ecuatoriano Fidel Martínez hizo el segundo para la causa tijuanense y Xolos estaba en el cielo. Más cercano parecía un tercer tanto fronterizo que el descuento mineiro: el pase a las semifinales lucía más que alcanzado.
No obstante, el Atlético despertó y logró empatar el marcador en tiempo de compensación.
El cotejo de vuelta será el próximo jueves en la cancha del Estadio Independencia de Belo Horizonte. Igualar sin goles o a uno, derivaría en la calificación para el Mineiro; Xolos, tal como en la ronda anterior contra el Palmeiras, está obligado a anotar en territorio brasileño.
Pudo ser el último partido en el Estadio Caliente dirigido por Antonio Mohamed, cuyo contrato expira en junio y no será renovado.