El apagón analógico inicia con una mancha para la responsable de su instrumentación, la Comisión Federal de Competencia (Cofetel).
Obligada por los reclamos, la dependencia de Mony de Swaan abrirá una oficina para recibir quejas de fallas y, sobre todo, de quienes quedaron marginados de este beneficio.
A través de esa instancia se atenderán a quienes, por las prisas, no recibieron su antena, su decodificador o su pantalla para recibir la señal de televisión digitalizada.
De acuerdo a la propia Cofetel, habría alrededor de 300 familias en esas condiciones, pero la lista de solicitantes es superior y podría rondar los tres mil.
Ante este conflicto, la compañía encargada de instalar los decodificadores, Teltec, eludió toda responsabilidad y dijo haber cumplido con requisitos de la licitación y compromisos del contrato.
–De la distribución y cobertura no somos responsables –declararon directivos de Teletec a medios locales cuando los consultaron sobre la apertura de la oficina emergente de Cofetel.
A este río revuelto se sumó semanas atrás el despacho Ktrasovsky Asociados, la cual asumió la defensa de las familias ignoradas, calificadas por ellos como los pobres entre los pobres porque la Comisión privilegió a las clases medias y altas.
Estos problemas no cambiarán el programa.
El presidente de Cofetel, Mony de Swaan, partió esta mañana a Tijuana para encabezar la ceremonia del apagón analógico, el cual deberá consumarse a las nueve horas locales, las once de la noche del centro del país.