Lady Gaga, una gira de Dave Grohl, los tickets para un concierto, el estreno de la próxima película de Brad Pitt o la próxima exhibición en el MoMa, podrían reforzar la posición de Estados Unidos como uno de los líderes económicos globales.

Sí, leyeron bien, el tiempo que Gaga invierte en componer una canción, los metros de látex que utilizará en su próximo video y la renta del estudio, serán tomados en cuenta en la suma de los bienes y servicios finales que produce Estados Unidos.

 

A partir del próximo 31 de julio, la Oficina de Análisis Económico de ese país le dará la bienvenida a una nueva forma de calcular su Producto Interno Bruto.

 

Serán incluidos los gastos derivados de investigación y desarrollo (I+D), entretenimiento, diversión y derechos de autor en obras literarias y artísticas, que serán contemplados como inversiones fijas (“productos de propiedad intelectual”).

 

“Si Lady Gaga hizo un concierto y vende entradas para éste, las entradas para los conciertos son contados para el PIB, el dinero que gasta en la escritura y la grabación de un disco no lo haría. Eso no tiene sentido. El dinero que un artista invierte en una película o canción es realmente muy similar a la inversión de una fábrica en una máquina”, dijo el economista Daniel Sichel, en una declaración a la NPR, retomada por The Wall Street Journal.

 

De acuerdo con el WSJ, esta revisión refleja una transformación silenciosa y contundente de la economía basada principalmente en la industria, a una basada en el conocimiento y la información.

 

Actualmente, la industria del entretenimiento y las artes representa 3% aproximadamente del PIB en EU, es decir, 400 mil millones de dólares.

 

El objetivo es reflejar mejor el papel de la propiedad intelectual como un elemento clave para la economía nacional.

 

“Este cambio en la medición del PIB afectará tanto a las decisiones políticas en materia de propiedad intelectual y la forma en la que nos percibimos a nosotros como sociedad”, detalla el texto de The Wall Street Journal, elaborado por Osagie Imasogie y Thaddeus Kobylarz.

 

Esta revisión en la elaboración del PIB también abre la puerta a futuros cambios en la metodología para el cálculo del PIB, ya que como lo explica ahora, ha sido rebasada por la realidad económica actual.

 

Un cambio en la metodología para calcular el PIB puede escucharse como un tema de incumbencia sólo para economistas y grandes empresarios, sin embargo, este cambio afectará la vida cotidiana de todos los ciudadanos, ya que involucrará decisiones presupuestarias y de financiamiento para programas federales en Estados Unidos, resaltó el WSJ.

 

“En las dos últimas décadas, la propiedad intelectual se ha convertido en el principal motor del crecimiento económico en los Estados Unidos y los países desarrollados. La propiedad intelectual es, en muchos aspectos, la nueva moneda global”.

 

Esta medida será tan impactante que la capitalización de este recurso puede llevar de nuevo a Estados Unidos a ser el líder económico mundial.

 

Esto, explica WSJ, serían los primeros frutos que EU cosecharía de su lucha por internacionalizar sus posturas acerca de la importancia económica de la protección de la propiedad intelectual, a pesar de los desafíos de la piratería y la resistencia a las legislaciones de ello en la red.

 

Es decir, los economistas están ponderando cada vez más la importancia productiva de bienes intangibles, como la propiedad intelectual y en general, el capital intelectual.

 

El año pasado, la Oficina de Patentes y Marcas en Estados Unidos informó que las industrias más activas en cuanto a propiedad intelectual reportaron la creación de 40 millones de puestos de trabajo, es decir, una contribución de al menos cinco billones de dólares a la economía de Estados Unidos, lo equivalente a 34% del PIB.

 

Esta cifra para nadie pasa desapercibida, menos para la Oficina de Análisis Económico en Estados Unidos.