TIJUANA, BC. El apagón analógico emprendido ayer martes por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) tuvo demasiados sobresaltos: el duopolio se insubordinó, el acto fue boicoteado, los altos funcionarios lo desairaron y debió abrirse una ventanilla de quejas antes de bajar el switch.

 

El principal conflicto lo originaron los dos principales consorcios de la televisión mexicana, Televisa y TV Azteca, con su insubordinación a la Comisión, pues adelantaron el tránsito tecnológico.

 

A las cero horas del martes cesaron transmisiones y la empresa de Emilio Azcárraga colocó un cintillo con la siguiente leyenda:

 

-Por disposición de la Cofetel a partir de las cero horas del 28 de mayo de 2013 este canal cesará transmisiones. Para quejas o dudas comunicarse al 08002000120 o al teléfono del ayuntamiento de Tijuana.

 

A este problema siguieron los desaires. A la ceremonia del apagón fue convocado el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), Tristán Canales, quien canceló de último momento.

 

Lo mismo hizo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.

 

Afuera del evento fueron convocados varios inconformes, entre ellos cientos de familias que no recibieron antenas, decodificadores y otros aparatos necesarios para pasar de la señal analógica a la digital.

 

El despacho Krasovsky estuvo al frente de este boicot. Antes buscó amparar a más de 300 hogares pero, al decir del presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, no consiguió ni uno de ellos.

 

Empero, el propio De Swaan reconoció que no todos los telehogares podrán recibir su señal digital, mas no a causa de mala planeación o carencia de equipos, sino porque montañas y hondonadas impiden el servicio.

 

La única cadena obsecuente con la Cofetel fue el Canal 11 del IPN, que sí hizo el cambio a la hora dispuesta por De Swaan.