GINEBRA. Las matanzas del gobierno y milicias contra civiles sirios y la presencia creciente de tropas extranjeras que apoyan a ambas partes del conflicto conforman “un patrón de castigo colectivo”, denunció Navi Pillay, Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH). Para la funcionaria, esa situación apunta a la desestabilización de la región.

 

En una reunión urgente de la ACNUDH en Ginebra para analizar el escenario actual en Siria, se examinaron las masacres de Al Bayda y Ras Al Nabaa y otros asesinatos en masa en todo el país. Por todo ello el organismo concluyó que en aquel país de Medio Oriente se “confirma un patrón de actos extremos de castigo colectivo”.

 

Entre tanto en Teherán y minutos antes de que comenzara la Conferencia sobre Siria, el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, expresó ante las delegaciones extranjeras su confianza de que Latinoamérica contribuirá a una solución pacífica al conflicto sirio. El ministro agregó que la presencia y posición de América Latina en los asuntos internacionales es “importante” y expresó su esperanza de que con su participación pronto llegue la solución al conflicto.

 

Esa declaración del canciller iraní contrasta con lo expresado en Ginebra en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre Siria. Navi Pillay, al frente del organismo, afirmó que “fuerzas del gobierno y milicias llevan a cabo un castigo colectivo contra poblaciones civiles que se perciben como simpatizantes de la oposición”.

 

A ello se suma el aumento del número de soldados extranjeros que apoyan a una u otra de las partes, “agrava la violencia sectaria y la situación empieza a mostrar signos que empiezan a desestabilizar a toda la región”. Por esa razón, la situación en Siria refleja un fracaso colosal para proteger a los civiles”, deploró la alta comisionada de la ONU para derechos humanos, quien advirtió que “el conflicto se ha salido de control”.

 

Por su parte Irán, principal aliado en Oriente Medio del régimen del presidente Bashar al Assad, declaró que el conflicto sirio es una cuestión fundamental y, “si no se trata con cuidado, sus consecuencias pueden afectar negativamente a toda la comunidad internacional”.