Llegué hace cuatro meses a Austin y me di cuenta que es un gusto adquirido. He explorado la ciudad y descubierto sus paraísos escondidos: su gastronomía, sus áreas verdes, espejos de agua, la diversidad de su gente y su cultura ecléctica. No por nada es el dicho: Keep Austin Weird. “Mantengamos a Austin extraño.”
Visitando sus restaurantes y centros culinarios, desde la tienda más grande de productos orgánicos, llamada Whole Foods, hasta tiendas locales de ingredientes nutricionalmente avanzados, como In.gredients y Wheatsville Co-op, los farmers markets y granjas orgánicas, me di cuenta que esta ciudad y su gente giran alrededor de la salud.
Comer bien y saludablemente aquí es prioridad. Austin, sin duda, es la ciudad número uno en alimentos sin gluten y la población de celiacos y personas intolerantes o sensibles al gluten es enorme. Esta necesidad y la demanda por alimentos saludables, libres de gluten, productos veganos (sin lácteos y vegetarianos) han hecho que proliferen las pequeñas empresas locales que elaboran productos alimenticios saludables y alternativos en su concepto, diseño, empaques e ingredientes, por ejemplo: www.thunderbirdenergetica.com, www.beardedbros.com.
Austin además es una ciudad de comunidad y la gente se conecta con proyectos comunitarios que apoyan una causa en común: proyectos verdes, sustentables, locales, orgánicos y artesanales. Me parece que tenemos mucho que aprender de esta manera de sustentar proyectos originales que empiezan con muy pocos recursos.
En mí recorrido por centros culinarios y escuelas gastronómicas, entrevisté a Gretchen Upshaw, asistente del director de la escuela Natural Epicurean, Academy of Culinary Arts: www.naturalepicurean.com. Estudiantes de todos los continentes vienen a tomar el programa de seis meses de cocina saludable enfocada a promover la gastronomía basada en plantas, con módulos como cocina macrobiótica, cocina vegana, vegetariana y ayurvédica y alimentos crudos y vivos.
Los alumnos aprenden gastronomía saludable con un enfoque a la salud integral, consciente, holística, sustentable y comunitaria. Su mantra es: la cocina es medicinal. La intención de la escuela es crear platillos saludables, fáciles, prácticos y accesibles para personas que trabajan y para personas de escasos recursos.
En 2004, Tyson Cole, el restaurantero más famoso de Austin y chef de Uchi y Uchiko, creó un resurgimiento culinario con una propuesta totalmente fresca y novedosa. Uchi inició un nuevo modelo de restaurantes finos fusionando comida japonesa y local, buscando ingredientes frescos de origen, con el concepto de Farm to Table (de la granja a la mesa), logrando combinaciones extravagantes. De allí surgieron nuevas propuestas como Salty Sow, Hillshire Pharmacy, Barley Swine, así como restaurantes saludables dirigidos a dietas específicas (vegetarianos, cocina cruda) como: Beets, Counter Culture, Casa de Luz y Mother’s.
La gente que inmigró de Silicon Valley a Austin para trabajar en corporativos tecnológicos también influyó en la gastronomía y en la mentalidad progresiva y saludable que, además de traer nuevos valores y gustos, ha hecho que Austin sea sede de eventos tan importantes como el Food and Wine Festival en abril.
En lo personal, lo que me trajo a Austin fue mi búsqueda por una vida más saludable en un ambiente natural. Por otro lado, el desarrollo personal también ha sido parte importante de mi crecimiento y lo he integrado poco a poco a mi formación profesional. Para mí, la gastronomía, así como el ser humano, es emocional, psicológica, espiritual e integral. Una de las maneras en las que pude aportar a la comunidad de Austin fue la conferencia que di a los alumnos de Natural Epicurean sobre cómo convertirte en un chef consciente, muy ad hoc al concepto y enfoque de la escuela. El tema central fue cómo encontrar tu propósito en la vida y contribuir a la comunidad usando tus talentos para crear negocios o trabajos donde cada quien deja huella con su esencia y su autenticidad. Siento que el siguiente paso para el desarrollo de la comida saludable es cuando proviene de seres conscientes, claros en su propósito y que contribuyen al beneficio de todos. Austin ha demostrado ser el lugar perfecto para promover esto.