Soy una apasionada del lenguaje, de las palabras como medio de expresión. Si bien, me parece fascinante la semiología y el significado que cada símbolo, gesto, objeto y tono puedan tener, considero que no hay como las palabras para poder expresar de la manera más acertada lo que queremos.
Creo que la riqueza del lenguaje le da un plus a quien se preocupa por acrecentarlo, por entender las palabras más complejas, por ser cuidadoso en su uso y mostrarlo a través del uso correcto de sus reglas de ortografía y sintaxis. Quienes dominan el lenguaje, conforman una especie de cofradía secreta cuyo poder radica en el uso que pueden dar a ciertas palabras que el común de los mortales quizá desconozca. Nada como un comentario sarcástico o un calificativo incomprensible para sacar de balance al enemigo.
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