SAN SALVADOR. “Beatriz”, la mujer salvadoreña gravemente enferma cuya batalla porque le practicaran un aborto provocó la atención mundial recibió autorización el jueves para poner fin a su embarazo mediante una cesárea.
El Ministerio de Salud Pública de El Salvador aprobó la cesárea para la mujer de 22 años que sufre de insuficiencia renal y lupus, un día después que la Corte Suprema falló que no podía someterse a un aborto a pesar de que sus abogados indicaron que el embarazo ponía en peligro su vida.
Las pruebas de ultrasonido muestran que el feto tiene problemas del tronco cerebral y no se le dan probabilidades de sobrevivir.
El caso de la madre, conocida sólo como Beatriz, ha atraído amplia atención y críticas cuando trató de interrumpir su embarazo en un país donde existen algunas de las leyes contra el aborto más estrictas de América Latina. Las leyes salvadoreñas prohíben el aborto, incluso cuando la vida de la madre corre peligro, y la mujer y cualquier médico que le practicara el aborto enfrentarían el arresto y cargos penales.
“Ella está en manos de excelentes médicos”, dijo el jueves la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez. “El equipo médico del Hospital del Maternidad está listo para actuar de inmediato a la primera señal de peligro”.
“Para mí lo que importa es proteger la vida de Beatriz”, agregó la ministra.
Debido a que tiene 26 semanas de embarazo, las leyes contra el aborto ya no se aplican, según grupos de mujeres que han apoyado su petición. En su lugar, el Ministerio de Salud puede decidir lo que más conviene desde el punto de vista médico a la madre y al feto.
En el mismo momento que el gobierno trataba de buscar una solución a la crisis, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló que El Salvador debe proteger la vida y la integridad de Beatriz y ayudarla a interrumpir el embarazo. El fallo no influye sobre la resolución del caso porque el gobierno salvadoreño ya había decidido proteger la vida de la mujer.
Con información de EFE y EL PAÍS