Una integrante encarcelada del grupo punk Pussy Riot puso fin a una huelga de hambre de 11 días luego que las autoridades carcelarias accediesen a sus demandas, dijo el sábado un activista ruso.
Maria Alekhina se había quejado de que funcionarios en su colonia penal en las Montañas Urales habían tratado de tornar a otros reclusos en su contra mediante una redada de seguridad. Los reclusos, que previamente entraban y salían de su lugar de trabajo libremente, tenían que esperar hasta una hora para que los guardias los escoltasen.
Pyotr Verzilov, esposo de Nadezhda Tolokonnikova, otra integrante encarcelada del grupo, dijo que Alekhina llamó el sábado y dijo que había puesto fin a su ayuno luego que las autoridades del penal restaurasen el régimen normal de seguridad.
Alekhina y Tolokonnikova cumplen sentencias de dos años de prisión por una protesta irreverente contra Vladimir Putin en la catedral principal de Moscú.