ANKARA.- Lo que nació como una manifestación de apoyo a las protestas en Estambul, para preservar el parque público de Gezi, amenazado por la especulación urbanística, se convirtió en una protesta inédita en Ankara, la capital de Turquía. Con un saldo de dos muertos, cientos de heridos y detenidos, la protesta que comenzó el 25 de mayo ayer domingo se extendía en varias ciudades y miles exigían la dimisión del primer ministro turco, Recep Tayyib Erdogan.

 

Aunque la tensión pareció disminuir en Ankara ayer, los ánimos se enardecieron ante la amenaza de que casi10 mil personas concentradas en la plaza Kizilay sería desalojadas por la policía. Los jóvenes levantaron barricadas y se negaron a abandonar la zona, próxima a la sede del Palacio de gobierno donde despacha Tayyib Erdogan. Las protestas se extendieron a Esmirna, Adana, Antalya y Samsún.

 

Hacia las 17.00 GMT del domingo, grupos de policías antimotines avanzaron hacia la concentración y lanzaron gas lacrimógeno y chorros de agua a presión para desalojarla. Esa una intervención ocasionó numerosos heridos entre miles de personas que intentaban resistir la presión policial, bajo un continuo ir y venir de ambulancias, constató Efe.

 

En otros puntos de Ankara, capital de Turquía, médicos voluntarios montaron carpas de primeros auxilios para atender a los heridos. “Hay muchos heridos graves y no todos pueden ser atendidos, aunque hay médicos voluntarios y estudiantes de medicina. Los jóvenes escriben en sus brazos su grupo sanguíneo como precaución”, explicó a Efe Ilhan Cihaner, un diputado del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP). “Vengo de un hospital donde está ingresado un joven al que solo mantienen con vida con las máquinas”, añadió.

 

Los manifestantes coreaban lemas para exigir que el gobierno dimita, acusado de emplear métodos dictatoriales También reclaman al Partido Justicia y Desarrollo (AKP) islamista moderado por su reacción violenta contra los manifestantes. En todas las marchas, se ha reiterado que la protesta surgió como un movimiento popular, ajeno a partidos u organizaciones.

 

El parque Gezi no es muy grande, apenas unos 100 metros por 400 metros de superficie, en la Plaza Taksim que está en el corazón de Estambul, a la que circundan varios hoteles. El predio fue, hasta los años cuarenta del siglo XX, un cuartel militar de tiempos del Imperio Otomano y hace unos meses se supo que el ayuntamiento de Estambul busca modificar el parque, reconstruir un edificio otomano para que aloje un museo, un centro comercial y cafeterías para atraer a turistas.

 

Las primeras obras, que consisten en túneles para estacionamientos, ya comenzaron. Las protestas comenzaron porque los vecinos reclamaron a las autoridades que nunca pidieron su opinión.

 

En Esmirna, la tercera ciudad turca después de Estambul y Ankara, y en Adana, en el sur de país, la policía usó material antidisturbios contra los manifestantes. Las protestas en estas ciudades arrancaron ayer en muestra de solidaridad con las de Estambul, iniciadas en la madrugada del viernes tras el desalojo de un parque público, amenazado por la especulación urbanística.