Dentro de la dinámica creada por el movimiento y conciertos Live Aid que vio la luz en 1985 en conciertos simultáneos para generar conciencia y lograr recursos económicos para África, el pasado fin de semana se llevó a cabo en el estadio Twickenham en Londres el concierto The Sound of Change Live que ahora apoyaba a las mujeres del mundo.

 

La característica fue que mujeres talentosas como Madonna, Beyoncé, Jennifer López, Laura Pausini, entre muchas otras, unieran su voz dentro de una campaña que fue impulsada por la marca Gucci para apoyar a las niñas y mujeres de diversos países.

 

La audiencia también fue significativa pues asistieron 50 mil mujeres jóvenes y muy pocos hombres que pagaron 65 libras esterlinas para disfrutar el evento que logró estar en la cúspide, aunque usted no lo crea, cuando Jennifer López subió al escenario y comenzó a echarse a la bolsa a la audiencia al grado de ser mencionada como la mejor de la noche.

 

Beyoncé, principal convocadora del evento, tuvo también éxito e impacto cuando se le salieron las lágrimas por la situación que se vive con el género.

 

Las que no tuvieron un buen desempeño, e incluso bajaron el ánimo en el estadio,  fueron Ellie Goulding y Haim.

 

La dinámica para los asistentes fue comprar su boleto, elegir la causa que querían arropar e ir al concierto. Así, cada uno de los que fueron sabían que había contribuido con un granito de arena. Madonna, en un discurso que varios señalaron como aterrador, trató de sensibilizar a la audiencia y al mundo con ejemplos de cerrazón y maltrato hacia las niñas y mujeres del mundo.

 

La mexicana Salma Hayek también tuvo un papel importante pues al ser Gucci quien originó la idea del concierto, Salma se convirtió en una de las anfitrionas.