La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el multicrimen de los tres activistas en Iguala, Guerrero, Arturo Hernández Cardona, Félix Rafael Bandera Román y Ángel Román Ramírez, cuyos cuerpos fueron hallados sin vida este lunes en un tramo de la carretera federal México- Acapulco, a la altura del municipio Tepecuacuilco.
El representante en México del Alto Comisionado de la ONU, Javier Hernández Valencia, acusó que “la indignación y alarma que produce un hecho de tal envergadura debería ser compartida y expresada con un rechazo unánime desde amplios sectores de la sociedad y la política mexicanas”.
Por esto lanzó un “llamado urgente” para que las autoridades correspondientes adopten las medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los sobrevivientes, “constituidos hoy en testigos excepcionales de este abominable crimen”.
Los activistas que aún sobreviven deben tener la “protección y garantías para el esclarecimiento de los hechos y sanción de los responsables, incluyendo medidas que se extiendan a salvaguardar a sus familias y demás integrantes de la dirigencia de la Unidad Popular”.
También urgió a encontrar con vida a Jaime Castrejón y prevenir agresiones en contra de otros miembros de la Unidad Popular y de cualquier otro movimiento social.
De acuerdo con medios locales, los otros cuatro activistas: Gregorio Dante Cervantes, Efraín Amates Luna, Nicolás Mendoza y Héctor Arroyo, habrían escapado con vida de sus plagiarios, pero que aún se desconoce el paradero de Jaime Castrejón