Aeroméxico recibirá a mediados de agosto el primer Boeing 787 Dreamliner, conocido como la aeronave del futuro, lo que corresponde al plan de expansión para que la aerolínea mexicana tenga sus propios aviones.
El director general de la aerolínea, Andrés Conesa Labastida, precisó ayer este año recibirá tres de los 20 que le encargaron a Boeing.
“Creo que con este tipo de acuerdos como los que se han logrado son precisamente lo que nos va a permitir tener la tecnología de punta, tener los mejores aviones, que además, debo insistir, están atendidos por la mejor gente, porque hoy tenemos a los mejores sobrecargos que hay en este país, tenemos los mejores pilotos y el mejor personal de tierra”, dijo.
Fabricado principalmente de materiales compuestos de carbono ultraligero, el Boeing 787 Dreamliner es el primer avión de tal tamaño capaz de volar rutas de largo alcance, por lo que permitirá a Aeroméxico reemplazar de manera gradual las aeronaves que en la actualidad vuelan sus rutas a Europa, Asia y Sudamérica, explicó la empresa.
Los materiales utilizados para la fabricación de ese nuevo modelo de Boeing hacen más ligeras esas aeronaves que las que traen partes tradicionales de aluminio y acero.
Sin embargo, problemas registrados en las baterías de esos aviones en Japón provocaron que las autoridades de aviación civil del mundo ordenaran en enero pasado la prohibición de despegue de esas aeronaves. Los Dreamliner estuvieron en tierra hasta la semana pasada.
Les prohibieron volar durante meses, ante los riesgos que representaban. Este avión, también, es el que encargó el gobierno de México, para sustituir la nave que usa el Presidente.
“La llegada del nuevo 787 creo que es un orgullo no nada más para Aeroméxico sino para este país que como mexicanos vamos a tener por primera vez el avión más moderno volando en una aerolínea de nuestro país. Cuando ese avión vuele a París, ni siquiera la aerolínea bandera de Francia lo tiene, ni en el Reino Unido. Vamos a ser quizá los primeros en volar ese avión al aeropuerto JFK en Nueva York”, declaró Andrés Conesa Labastida.
Agregó que la adquisición de esos 20 aviones forma parte de un plan de expansión de la aerolínea. Aeroméxico espera también la llegada de 90 Boeing 737 MAX, el otro nuevo modelo del fabricante estadunidense que entrará en servicio en 2017.
“Se han hecho en el pasado una serie de cambios no solamente en el ámbito laboral. Por ejemplo, lo que estamos haciendo de reconvertir la flota en lugar de que sean aviones rentados a que sean aviones propios, eso te da un fortalecimiento en el balance y un fortalecimiento en el estado de resultados muy importante”, concluyó Conesa Labastida.
De los problemas, no habló.