Una manifestación pacífica en contra de la destrucción de un parque público para construir un Centro comercial en Estambul, la capital de Turquía, ha despertado un conflicto político que ya lleva una semana en las calles.
La protesta contra la demolición del espacio público fue duramente reprimida por la policía y funcionó como la mecha que faltaba prender en una molestia generalizada por diversas medidas conservadoras que ha implementado el gobierno en el último año.
El saldo hasta el momento es de tres muertos, más de 700 concentraciones de protesta en varias zonas de la ciudad en una semana y más de 100 detenidos.
24 HORAS te presenta las claves para entender el conflicto.
1. ¿QUIÉNES?
En las manifestaciones están casi todos los grupos políticos, desde la izquierda hasta la ultraderecha nacionalista, los secularistas kemalistas, republicanos, y los kurdos.
De hecho, lo que ha llamado la atención es que la mayoría son jóvenes laicos y apolíticos de clase media que nunca han participado en una protesta, según reportan las agencias de noticias internacionales.
Los ausentes y quienes apoyan al gobierno del primer ministro Receo Erdogan son de mayoría islamita.
2. ¿POR QUÉ?
A pesar de la fuerte presencia musulmana, Turquía fue fundada con bases laicas, es decir que el funcionamiento del Estado está separado de la religión.
En los últimos años el gobierno de Erdogan ha puesto en marcha una serie de medidas de corte claramente islamista, como segregar a los niños por sexos en los campamentos de verano, las restricciones al consumo de alcohol, o las multas millonarias a varios programas de televisión por “inmorales”.
3. LAS MODIFICACIONES GUBERNAMENTALES
Hace dos semanas, el gobierno aprobó una ley que prohibe la venta y consumo de bebidas alcohólicas en las cercanías de las mezquitas, lo que en la práctica supone la expulsión del alcohol al extrarradio de las ciudades.
Erdogan intenta reformar la constitución para pasar de un sistema parlamentario a uno presidencialista y así volverse el primer presidente elegido directamente en la historia turca.
4. REPRESIÓN Y CENSURA
Turquía no sólo es el país con mayor número de periodistas encarcelados del mundo, sino que un elevado número de profesionales consolidados han sido despedidos durante el último año por criticar a Erdogan.
Los medios turcos están sometidos a una gran presión por parte del gobierno, hasta el punto de que durante estos últimos días las principales cadenas privadas, en lugar de cubrir las protestas, han estado emitiendo documentales de animales y programas de manualidades.
5. TWITTER
Tal como sucedió en la Primavera árabe en el 2011, la red social se ha vuelto un elemento de gran relevancia en esta protesta debido a que los medios nacionales de Turquía no están reportando los hechos debido a que las empresas periodísticas más importantes son propiedad de grandes grupos empresariales. (Con información de Agencias | Fotos. AP y EFE)