Hace 22 días las Fuerzas de Intervención fueron desplegadas en algunos municipios de Tierra Caliente de Michoacán. A pesar de su presencia, los asesinatos y amenazas han continuado, las operaciones de comercio no se ha normalizado y entre los habitantes creció el temor de una venganza por parte de grupos del crimen organizado, lo que ha provocado su desplazamiento.

 

En los municipios de Buenavista, Los Reyes, Peribán, Tepalcatepec y Coalcomán, el Ejército y la Policía Federal limitan sus operaciones a la vigilancia y patrullaje en las zonas aledañas, explicaron distintas fuentes, sin que hasta ahora se lleven a cabo operativos en las zonas serranas, donde los pobladores han denunciado la presencia y que funciona como escondite de Los Caballeros Templarios.

 

La Fuerza de Intervención tampoco ha incursionado en las zonas medulares de ese grupo, ubicadas en los municipios de Apatzingán y Aguililla, para detener a los líderes. Su único objetivo ha sido, hasta ahora, habilitar las vías federales en la zona de la tierra caliente para que se normalizará, tanto el abasto comercial como la producción de limón y aguacate, que se había detenido desde abril por las amenazas y enfrentamientos del crimen organizado y las policías comunitarias.

 

El Ejército también se propuso entrenar a las policías comunitarias, para convertirlas en fuerzas operativas legales. Sin embargo, el llamado convocó a 50 de sus integrantes, pero sólo acudieron, a la primera sesión, apenas la tercera parte, debido a la falta de confianza en los militares y al miedo.

 

La información recabada por 24 HORAS muestra que el miedo a ser torturados y asesinados se ha extendido a tal grado, que algunos habitantes de los municipios de mayor riesgo, como Buenavista y Tepalcatepec, han huido a otras poblaciones y menos de una decena ha desertado de la policía comunitaria.

 

Los pobladores, comentó una fuente, salen de sus casas sólo lo necesario, se trasladan en grupos y al oscurecer no transitan por las calles, porque las amenazas provenientes de los cárteles han crecido, algunas se han cumplido y “sólo los que nos cuidan realmente es nuestra policía, que son pocos, y los militares y los federales no”.

 

“Mientras que el Ejército y la Policía Federal no actúen de forma efectiva y sólo vigilen sin meterse en problemas, la calma que existe sólo será una ilusión que puede desaparecer en cualquier momento”, explicó una funcionario del gobierno estatal.

 

Evitan el enfrentamiento

 

Las declaraciones del Ejército, hechas en los últimos días en la zona, confirman que su tarea es sólo de vigilancia; incluso esta posición la ratifican las palabras del propio secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Alberto Reyes Vaca, quien precisó que la policía estatal “apoya al Ejército en tareas sociales” en la zona de Tierra Caliente, en donde “se viven momentos de tensión”.

 

Esta estrategia ha mostrado su ineficacia en la zona, cuando en el municipio de Chinicuila hace unos días se creó un nuevo grupo de autodefensa, ante la desesperación de los habitantes por la reiterada incursión de grupos criminales.

 

El miércoles pasado, en ese municipio se registró un enfrentamiento entre integrantes de esa nueva policía comunitaria contra comandos identificadas con el narcotráfico. Tres personas fueron asesinadas.  Sobre estos hechos, el general Reyes Vaca reconoció que la violencia que existe en Chinicuila tiene su origen en el narcotráfico ante la presencia en la zona de distintos grupos que están en un confrontación: Caballeros Templarios, Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana,
Lo que vale Michoacán

 

Michoacán encabeza la lista en valor de la producción del país, aportando el 11% de la producción nacional. Es líder en cultivo de maíz, sorgo, aguacate, berries y limones y es de los principales proveedores de guayaba, zarzamora, col, ciruela, fresa y lenteja.

 

Por ello, el valor de su producción es vital para el estado, porque de acuerdo a las estadísticas oficiales, el 21.6% de su población económicamente activa se dedica a la agricultura, ganadería, silvicultura, apicultura, acuacultura, caza y la pesca.

 

De las 403 mil 200 personas que se dedican a las actividades del campo en Michoacán, cada una es capaz de generar un aproximado de 453 toneladas al año, lo que se traduce en unos 116 mil 319 pesos generados cada 12 meses por persona en su actividad productiva.

 

La zona de Tierra Caliente, colindante con Jalisco y en donde se encuentra el conflicto, es una zona dedicada al cultivo de limón, aguacate, maderas preciosas y hasta la minería, productos que interesan para el lavado de dinero al crimen organizado.