Las simpatías de maestros y estudiantes hacia grupos guerrilleros no son culpables de la situación violenta que se vive actualmente en Michoacán, afirmó Leonel Godoy, ex gobernador de ese estado y culpó de ello a la lucha entre cárteles y a las políticas federales.

 

El perredista negó, en entrevista para 24 HORAS, que la entidad esté en quiebra o en ingobernabilidad, además defendió su gestión política luego que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda iniciara una investigación de sus ingresos en sus 32 años de servicio público ante los señalamientos de enriquecimiento ilícito en su contra.

 

“Pude haber metido la pata en muchas cosas pero la mano en el dinero público, ni siquiera en el privado, no la he metido”, dijo y aseguró que nadie lo ha acusado formalmente de nada, pues sólo han sido señalamientos mediáticos y aventuró una hipótesis para esta campaña: “Supongo que tiene que ver con desgastar a la izquierda en el estado de Michoacán. Creo que tienen temor de que ganemos nuevamente las elecciones”.

 

¿Por qué se pone en manos de Hacienda?

 

Yo siempre he dado la cara y lo voy a seguir haciendo. Trabajé 32 años ininterrumpidamente y jamás tuve una investigación ni un escándalo. Pude haber metido la pata en muchas cosas pero la mano en el dinero público, ni siquiera en el privado, no la he metido. Y no sé qué gobernador se haya puesto a disposición de la unidad con todo: mis declaraciones de bienes patrimoniales, mis cuentas bancarias, mis tarjetas…

 

¿Por qué lo acusan?

 

Nadie me ha acusado, son puros señalamientos mediáticos. Yo tengo 15 meses que dejé el cargo y todo el tiempo he estado dando la cara y contestando todo, desde que Felipe Calderón dijo en marzo de 2012 que yo había dejado un cochinero. Le mandé una carta de enérgica protesta y nunca me la contestó. Le dije que lo que había dicho era falso y que para una afirmación así se requería una investigación de una autoridad competente.

 

Actualmente yo voy a reuniones políticas, fundamentalmente de mi partido, veo asuntos jurídicos… Yo soy abogado y a eso me dedico. No tengo negocios ni empresas. Estoy tres días a la semana en México y cuatro, en Morelia, y siempre estoy dando la cara. Mis ex colaboradores todos viven en Michoacán, ninguno se ha ido, y todos estamos dando la cara.

 

¿Y por qué este linchamiento?

 

Supongo que tiene que ver con desgastar a la izquierda en el estado de Michoacán. Creo que tienen temor de que ganemos nuevamente las elecciones, y entonces han hecho una serie de acusaciones mediáticas. Hace 15 meses que dejé el cargo y no hay una acusación en mi contra ante ninguna autoridad.

 

¿De dónde salen los 32 mil millones de los que habla Fausto Vallejo?

 

Hay que preguntarle a él. El informe fue del 14 de febrero de 2013 pero el documento oficial que envía al Congreso es del 25 de marzo. En el informe habla de 32 mil millones y en el documento oficial de 23; desaparecieron de repente 9 mil millones. Y el secretario de finanzas de ellos dijo que la deuda era de 38 mil millones. Yo doy crédito, con un documento oficial de Hacienda, que la deuda pública mía fue de 8 mil millones.

 

Los documentos son documentos oficiales y, si uno miente, comete un delito; por eso, en el informe Fausto dijo una cosa y ante el Congreso, en un documento oficial, tuvo que decir los números reales, que no coinciden con los que dijo en su informe. Esto lo digo en la carta que envié a los 40 diputados el 30 de abril pasado.

 

¿El estado de Michoacán está en quiebra?

 

Es falso eso. Nosotros ejercimos, en 2011, 48 mil millones de pesos y ellos ejercieron, en 2012, 52 mil millones de pesos. ¿Dónde está la quiebra?

 

También parece que Michoacán es un estado ingobernable.

 

No, yo no lo comparto. Yo creo que tenemos graves problemas. El más grave es el de inseguridad, que es un tema principalmente federal, pero yo creo que si se atiende no sólo con el uso de la fuerza pública sino que también llegan recursos y programas para Michoacán y se atiende la educación, podemos salir adelante.

 

¿Quién está detrás de la violencia en Michoacán? Fausto apunta a muchos actores, entre ellos el EZLN.

 

Habría que preguntar a Fausto qué pruebas tiene. Yo creo que detrás de la violencia están los cárteles: el hegemónico de Michoacán, que son los Caballeros Templarios, y el que quiere entrar a Michoacán, el llamado Nueva Generación. Eso es lo que dice la prensa y yo coincido. Por el otro lado, los sindicatos de la universidad michoacana siempre han sido combativos, es histórico.

 

En enero de 2012, en mi último mes de gobierno, fue terrible cómo estuvieron las protestas de los estudiantes. Pero es un asunto de saber dar el manejo político adecuado. Cada quien lo hace a su estilo: los de izquierda tienen su estilo, la derecha panista o priista tiene también su propio estilo. Nosotros teníamos un estilo de diálogo porque efectivamente en los estados hay asuntos graves de abandono en materia educativa que requieren constancia en el apoyo del gobierno, fundamentalmente en infraestructura, tecnología, fomento de la capacidad de los maestros para dar clases…

 

Yo no dudo que haya estudiantes y maestros que simpaticen con las guerrillas y con el Ejército Zapatista pero también hay maestros que simpatizan con el PRI y no creo que esté el PRI detrás de esto, ni el PRD ni el PAN. Yo creo que esto tiene una explicación política, no una explicación subversiva. Michoacán es un estado liberal en el que la gente tiene alto grado de conciencia política y es difícil, pero allí yo no veo ninguna mano extraña. En el tema de la violencia delictiva, yo no tengo ninguna duda que son los cárteles. Y no creo que haya ingobernabilidad, creo que hay mucha agitación social.

 

¿En el movimiento magisterial está entrando algún tipo de movimiento armado?

 

Yo reitero que entre los estudiantes, entre los maestros o entre los universitarios, hay simpatías por diferentes ideologías: por grupos guerrilleros, por partidos políticos… Esto me parece natural y por eso reitero que no coincido con los que dicen que está el EZLN o el EPR tras ellos. Sí hay gente que simpatiza con ellos y tiene su derecho, como hay priistas, panistas y perredistas entre los maestros.

 

¿Es tal la desesperanza como para afirmar lo que sostiene Luisa María Calderón, que es necesario que el ejército esté en la calle?

 

El problema de la inseguridad de Michoacán ha ido inexorablemente agudizándose. Cuando Lázaro Cárdenas Batel llegó de gobernador de Michoacán en 2002, que fue el primer gobierno perredista, yo llegué como secretario de gobierno. En ese gobierno, nosotros sentimos que habíamos recibido un problema grave de seguridad pública.

 

Cuando concluyó Lázaro Cárdenas Batel en 2008 y llegué yo, yo creía que el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel había tenido el más grave problema de seguridad. Pero cuando yo le entregué a Fausto, el problema estaba más grave. Y ahora está insostenible. O sea, en Michoacán, la estrategia de la lucha contra el crimen organizado, en mi opinión, ha sido absolutamente equivocada y creo que el asunto técnico se debe a que no se ha usado el Ministerio Público Federal ni sus técnicas científicas de investigación y se ha optado solamente por el uso de la fuerza pública, sea la policía federal, el ejército o la marina.

 

El uso de la fuerza pública debe ser momentáneo y claro que debe perseguirse a los delincuentes para que paguen por sus delitos pero eso tiene que ser a través del Ministerio Público. La constitución, en su artículo 21, establece que es el Ministerio Público el encargado de perseguir los delitos y por eso durante 70 años en este país se ha dotado al Ministerio Público de institutos técnicos para que lo haga.

 

¿La fuerza pública no tiene la capacidad de mejorar la situación?

 

Michoacán, igual que muchos otros estados del país, es un ejemplo claro de que esa estrategia falló y que se tienen que buscar otros mecanismos. Entonces, técnicamente hubo una equivocación en mi opinión. Y políticamente hubo otra: no se escuchó el sentir de los gobernantes, la opinión que daban. Ellos creían que si uno hablaba en contra de esa estrategia, era porque uno era cómplice de los delincuentes, cuando simplemente era una opinión política diversa por una óptica también diferente.

 

La izquierda históricamente ha planteado donde quiera que hay que combatir la causa de los fenómenos, no el efecto. Nosotros siempre hemos identificado como una de las causas de la inseguridad y la delincuencia, la falta de oportunidades en la educación. Cuando yo lo decía, no lo decía yo sino parte de los documentos básicos de la izquierda, del partido del que yo soy fundador, el PRD.

 

Pero también afirma que sí hay que usar en algún momento la fuerza.

 

Yo creo que sí está bien que haya fuerza pública: el ejército, la marina, la policía federal… Pero si esto no se acompaña también de una gran ofensiva de programas sociales, desarrollo económico y más recursos para la educación pública, no va a prosperar, porque siempre habrá quien sustituya a los que caen. Por la falta de oportunidades de educación y trabajo, muchos jóvenes o se van al Norte o se incorporan al crimen organizado. Por eso, junto con la ofensiva militar o policial debe haber también una ofensiva social, económica y de educación.

 

¿Por qué en Michoacán existe este déficit educativo que no es tan grave en otros estados?

 

Son muchos estados, entre ellos Michoacán, los que tienen este rezago en la educación pública. El problema está en la educación básica, primaria y secundaria. Se requiere de políticas públicas educativas apropiadas, donde participen los maestros, los alumnos, los padres de familia y las autoridades educativas, junto con investigadores. Creo que debería ser más o menos sencillo hacer el diagnóstico y plantear las soluciones. Obviamente que para esto se requieren recursos, pero yo creo que bien vale la pena destinar recursos en estos estados pobres para abatir el rezago de educación básica, que es donde creo que está el problema.

 

Y en este sentido, ¿qué adelantos se pudieron ver durante su gobierno?

 

En educación básica es muy complicado porque es un mandato, es una atribución compartida de la autoridad estatal y la federal. Después de la reforma educativa de 1992, lo que se llamó Acuerdo por la Modernización Educativa, se dio un fenómeno de endeudamiento de los estados en materia educativa.

 

Todo el déficit económico de los estados es por el problema de educación. Yo creo que este acuerdo debería derogarse para que hubiera una nueva relación entre los estados y la federación, pero ahora ni el Pacto por México ni la reforma educativa lo tocan. A juicio de muchos, entre ellos yo, aquí es donde está la clave del problema del rezago educativo en este país, porque dejó la administración de la educación a los estados y el gobierno federal se quedó con la facultad de decidir la creación de escuelas, los planes de estudios… Fue absolutamente inequitativo para los estados. Esto ocurrió en 1992 y mientras no se derogue ese acuerdo, no va a haber en mi opinión, posibilidades en los estados de salir adelante.

 

Así que, en la educación básica, los gobiernos estatales no tenemos posibilidad de influir, pero en la media-superior y superior, se crearon universidades: la indígena, la de la ciénega y la universidad virtual; las tres, universidades públicas. También se hicieron campos de la universidad michoacana.

 

En general, ¿cómo valora su periodo como gobernador de Michoacán?

 

Voy a dar una respuesta clásica: eso lo tiene que valorar la gente. Nosotros creemos que hicimos un gobierno de izquierda. Creamos las tres universidades, áreas para atención a los pueblos indígenas y a los jóvenes, se hizo mucha obra pública: la primera presa del país en 40 años que se destina totalmente a uso agrícola, 29 hospitales, 5 centros penitenciarios, más de 2 mil kilómetros de construcción o reconstrucción de carreteras… Me parece que sería muy complicado para mí darte un diagnóstico. Lo único que yo te diría es que fue un gobierno de izquierda. Yo siempre he sido militante de izquierda, en el único partido que he militado es en el PRD y siempre he sido una gente de izquierdas.

 

¿Y por qué el PRD cayó después de su periodo como gobernador a tercer lugar?

 

No estamos en tercer lugar. En Michoacán el PRD está en segundo lugar. En la candidatura de gobernador quedamos en tercer lugar, pero en general estamos en segundo lugar. Quien cayó a tercer lugar es el PAN. Así es la democracia. A nosotros nos costó 70 años quitar al gobierno priista. Y en estos 70 años dejaron muchos rezagos. Ahora se hacen los amnésicos pero todos los problemas estaban con ellos, se han ido agudizando por errores pero con ellos estuvieron. La izquierda, así como la derecha panista, no tiene problemas en perder elecciones; a ver si el PRI ahora vuelve a sus tácticas de antes o se hace demócrata y gana o pierde elecciones, que es como debería ser.

 

Pero la violencia se está agudizando.

 

Pero no han sido los gobiernos de los estados, han sido las políticas federales. El tema de la delincuencia, del narcotráfico, es un tema federal que ha crecido en el país, en mi opinión, por políticas equivocadas de los gobiernos federales. Ojalá que este nuevo gobierno modifique la estrategia y en vez de ir creciendo, disminuya. Eso es lo que como mexicano o michoacano deseo.

 

¿Entonces tiene más por hacer Peña Nieto que Vallejo, para resolver la situación de violencia en Michoacán?

 

Sí. Reitero que el tema del crimen organizado, con todas sus secuelas, es un tema federal. Quien conduce, para bien o para mal de este país, la política contra la delincuencia organizada es el gobierno federal. En Michoacán y en muchos estados, la delincuencia organizada ha crecido exponencialmente. Yo creo que con quien más creció fue con el gobierno de Felipe Calderón. Parece que fue un gravísimo error haberle declarado la guerra.

 

¿Cómo recuerda su relación con Felipe Calderón?

 

En lo personal nunca tuvimos ninguna fricción pero políticamente sí chocamos muchas veces, fundamentalmente por el tema de la seguridad pública. Yo siempre señalé que querer combatir a los delitos solamente con la fuerza era un error de estrategia, en el país y particularmente en Michoacán.

 

Eso lo dije en muchas reuniones que hubo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde había varias personas de las que ahora están en el gobierno y que fueron gobernadores en mi misma época, como el presidente Peña Nieto y el secretario de Gobernación, entre otros. Yo siempre fui un opositor abierto, no en la sombra, y siempre dije que creía que no era lo correcto. Tengo una maestría en criminología, tengo una maestría en derecho penal, conozco del tema, fui secretario de Seguridad Pública en el DF, fui fiscal y subprocurador… O sea, es un tema que conozco y creo que el error principal fue apostarle al uso de la fuerza y no al uso del Ministerio Público, que es la autoridad técnicamente dotada y constitucionalmente facultada para perseguir los delitos.

 

Y ellos hicieron uso principal de la policía federal a cargo del ingeniero general García Luna, que obviamente no tiene la preparación. La mejor prueba fue el michoacanazo. El michoacanazo, más que producto de una investigación, fue un operativo que se hacían en colonias o en zonas para resguardar la tranquilidad, si había algún desorden o para detener vagos, pero no para fincar responsabilidades penales. Por eso advertí que los que fueron detenidos en el michoacanazo iban a salir libres, porque la detención era anticonstitucional. Desde ese día lo dije públicamente, desde el 26 de mayo en la noche. Y obviamente todo esto nos llevó a agudizar la confrontación política. Pero fue eso: confrontación política.

 

¿La política federal de Calderón le impidió llevar a cabo sus propuestas?

 

No, porque el presupuesto lo autoriza no el gobierno federal sino el Congreso de la Unión. Sí que tuvimos problemas de liquidez al final del gobierno, que fue justo lo que yo le heredé a Fausto, porque desde antes de que iniciara el proceso electoral, de mayo a noviembre de 2011, me retuvieron participaciones y me disminuyeron también los montos. Eso generó lo que en Michoacán se llamó el michoacanazo financiero y el problema de falta de liquidez. Sí tuve problemas financieros al final del gobierno pero fue por falta de liquidez, no por falta de presupuesto. Pero nosotros lo manifestamos ante el Congreso en su momento, no lo ocultamos y están los acreedores. Por eso, Fausto, un año después, da casi las mismas cifras.