ESTAMBUL. La policía turca se ha hecho con el control de la céntrica plaza Taksim de Estambul tras irrumpir esta mañana con blindados, en una sorpresiva operación pocas horas después de que el Gobierno anunciara su disposición a negociar las reivindicaciones ecologistas.
Cientos de agentes de la fuerza de intervención rápida que están ahora en la emblemática plaza -a la que no se acercaban desde hace dos semanas-, se enfrentaron a un grupo reducido de personas que les tiraba adoquines, cócteles molotov y bengalas.
Los policías respondieron con un uso masivo de gas lacrimógeno y chorros de agua a presión y pidieron a los manifestantes que no lanzaran “piedras y botellas”.
Gürsel Tekin, vicepresidente del opositor partido CHP, aseguró en declaraciones a una emisora local que dispone de información de que en la plaza hay al menos 20 heridos, en su mayoría por la inhalación de gases lacrimógenos.
“Es imposible entender este ataque. Intentan aplastar las demandas muy legítimas por la violencia”, dijo el político opositor.
La policía aseguró hoy que no iba a desalojar la acampada de protesta del adyacente parque Gezi, sino únicamente a limpiar la plaza y sus aledaños de pancartas.
Aunque los agentes consiguieron descolgar las pancartas del monumento central, centenares de personas congregadas en el resto de la plaza levantaron nuevas barricadas y se enfrentaron a la policía, en la mayoría de los casos de manera pacífica.
Un grupo de manifestantes encaró incluso a quienes lanzaban piedras desde la zona en obras y les conminaron a dejar de utilizar la violencia.
Entre los miles de jóvenes que acampan desde hace diez días en el parque brotaron debates sobre la estrategia a seguir: permanecer en el parque o defender la plaza.
Algunos señalaron que se oponen a utilizar adoquines u objetos contra la policía, y temen que estos choques les dieran a los agentes un pretexto para desalojar también el parque.
Durante más de dos horas los antidisturbios se empleaban a fondo contra otro grupúsculo, que se ha hecho fuerte en las calles del adyacente barrio de Tarlabasi, habituado a los enfrentamientos con la policía, y donde permanecen las barricadas.
Un cóctel molotov acabó incendiando uno de los blindados de la policía, aunque el fuego fue apagado por otro mediante el uso del cañón de agua a presión.
Taksim es uno de los principales centros de las fuertes revueltas ciudadanas nacidas de una manifestación de ecologistas para rechazar la remodelación urbanística del parque Gezi de Estambul.
Tras una violenta intervención de la policía, miles de personas se adhirieron a la protesta, que se ha extendido por todo el país, convertida rápidamente en una manifestación contra el autoritarismo de Tayyip Erdogan y su gobernante partido AKP (islamista moderado).
En los múltiples enfrentamientos con la policía han muerto desde hace diez días al menos tres personas, y varias miles han resultado heridas.