La sequía que azota al país abarca ya 40% del territorio nacional, de acuerdo con un diagnóstico de la UNAM, lo que la equipara a la ocurrida en 2011, cuando se declaró la peor sequía en 70 años.
A principios de mayo la sequía afectaba 38% de la República. Entonces, el coordinador del Programa Nacional contra la Sequía (Pronacose), Felipe Arreguín, declaró a 24 HORAS que esta situación podía empeorar, y parece que su pronóstico fue atinado.
En lo que va del año, la captación de agua fue menor a la registrada en 2012, y ahora las presas presentan niveles bajos sobre todo en el centro y el norte del país, donde se estima que están entre 20% y 30% de su capacidad, afirmó Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
“Empieza la temporada de lluvias, pero el panorama no es alentador, pues no se sabe si aminorará la sequía que se ha registrado en los últimos años”, resaltó el economista.
El mes pasado, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) declaró zona de desastre a 50 municipios de Coahuila, 51 de Nuevo León, y 41 de Tamaulipas.
PELIGRA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Uno de los sectores más golpeados históricamente por la sequía es el agrario. Hoy en día, el país padece todavía los estragos de la falta de lluvias entre 2011 y 2012 que dañó 2.7 millones de hectáreas de cultivos y provocó la pérdida de 56 mil cabezas de ganado muertas, de acuerdo con la Sagarpa.
“Dado que afecta la producción agrícola para cubrir sus necesidades básicas, México se ha visto en la necesidad de importar alimentos, pero como también se presenta en otros territorios, hay menos disponibilidad en el mercado mundial, y si los hay, el precio es mayor”, comentó Romero Polanco.
El especialista en economía agrícola advirtió que de continuar esta tendencia, para 2030 México importará hasta 80% de sus alimentos, “lo que en un país de dimensiones demográficas como el nuestro es alarmante y peligroso, no sólo para la seguridad alimentaria, sino incluso para la nacional”, subrayó.