Generalmente y en una estructura familiar tradicional, el padre de familia es, además del principal generador de ingresos, la persona encargada de hacer la planeación financiera de la familia. No obstante, hay que reconocer que este patrón está cambiando, derivado de la mayor participación de la mujer en la fuerza laboral y, por ende, en la contribución de ingresos al hogar. Es decir, ya no sólo hay papás de las finanzas, sino también mamás.
Ser la persona encargada de la planeación de las finanzas familiares es una responsabilidad importante y a veces una fuente de estrés adicional. La planeación no sólo implica el presupuesto de gasto cotidiano o el ahorro para vacaciones, colegiaturas, etc. Existen decisiones importantes respecto a la compra de una vivienda, la contratación de seguros de gastos médicos e imprevistos. Además, existe la necesidad de planear para el futuro crecimiento de la familia y para la etapa de retiro.
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