El gobierno del estado de Sao Paulo, Brasil, debe honrar su compromiso de investigar de manera imparcial la legalidad de la fuerza usada por elementos de seguridad durante las recientes protestas en esa entidad, señaló hoy Human Rights Watch.

 

En un comunicado, el organismo de defensa de los derechos humanos señaló que pese a que las autoridades tienen la obligación de reestablecer el orden cuando estalla la violencia en las calles, eso no implica violar los derechos de manifestantes.

Sin embargo, periodistas y manifestantes han denunciado excesivo uso de la fuerza por parte de la policía.

 

El director de Human Rights Watch (HRW) para América, Miguel Vivanco, explicó que las protestas en Brasil escalan en intensidad en buena medida por la fuerte respuesta de la policía contra los manifestantes.

 

“A menos que Brasil emita claras instrucciones a la policía para el uso de la fuerza sólo como un último recurso, y llame a rendir cuentas a los policías responsables de abusos, es muy probable que los eventos de la semana pasada en Sao Paulo se repitan”, dijo Vivanco.

 

Las protestas en Brasil estallaron inicialmente por los altos costos del transporte público, aunque ahora las quejas incluyen los niveles de corrupción en el país y lo que algunos consideran como dispendio del gobierno en torno a la organización de eventos deportivos.