Bajo el lema de “Ingenieros, hacemos lo imposible”, alrededor de 50 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) partieron la madrugada de este jueves a Chilpancingo, Guerrero, para activar el Plan DN-III en la costa del Pacífico en caso de presentarse una inundación en esta región.

 

A pesar de la llovizna de las cuatro de la mañana, los hombres vestidos con el uniforme militar y botas cafés, esperaron las instrucciones para abordar los vehículos en los que se trasladó el equipo para atender una emergencia.

 

En el grupo de ingenieros militares de la Sedena viajaron especialistas en la operación de maquinaria pesada, pero también plomeros, soldadores, vulcanizadores, electricistas, médicos, odontólogos y cocineros.

 

El mayor Víctor Manuel Ríos Reyes, encargado del agrupamiento, explicó que su objetivo es atender deslaves, derrumbes y cualquier otra afectación que pudieran tener las vías de comunicación por las lluvias. Pero también están capacitados para brindar servicio médico, realizar desalojos y entregar alimentos a la población en caso de emergencia.

 

“La gente es muy buena y sabe que nosotros estamos allí para brindarles todo nuestro apoyo”, refirió el mayor sobre la percepción que tiene la población de los soldados cuando hay un desastre.

 

En fila, los camiones con las insignias militares cargaron los tractores, dos excavadoras, motoniveladoras y camiones de volteo. Atrás de ellos, la cocina portátil con las raciones de alimentos para una semana, una planta que potabiliza tres mil litros por hora y una torre de iluminación esperaron el banderazo de salida.

 

Los soldados, entre oficiales y tropa, se mantuvieron en formación durante casi una hora mientras se llevaba a cabo el pase de lista. Al final, los soldados rompieron filas y subieron a los vehículos para partir rumbo a Guerrero.

 

La siguiente semana, otros dos grupos similares viajarán a Ciudad Cuauhtémoc, Veracruz y Valladolid, Yucatán, dos puntos estratégicos desde donde habrán de desplazarse en caso de desastres derivados de las fuertes lluvias que se esperan en esta temporada de huracanes.