LONDRES. El fundador del sitio de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, afirmó que no saldrá de la embajada de Ecuador en Londres, donde hoy hace un año pidió refugio para evitar ser extraditado a Suecia y, posteriormente, a Estados Unidos.
Assange teme que lo acusen de espionaje en Estados Unidos, luego que Wikileaks facilitó la fuga de miles de documentos secretos y cables del Departamento de Estado, los cuales pusieron al descubierto la polémica diplomacia de ese país.
Tras las revelaciones, Washington se vio obligado a reformular su política exterior ante el malestar que causó en varios gobiernos extranjeros la forma en cómo Estados Unidos manejaba su relación con sus países aliados.
El australiano aseguró estar dispuesto a quedarse otros cinco años en la embajada ecuatoriana, mientras Reino Unido alega que está obligado a extraditarlo a Suecia, donde es investigado por presuntos delitos sexuales.
El expirata informático cree que la extradición a Suecia no es más que un primer paso para llevarlo a Estados Unidos.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, visitó a Assange a principios de esta semana y se reunió con el gobierno británico para estudiar cómo el australiano podría salir rumbo a Quito sin ser detenido.
Assange, quien sigue a la espera de que Reino Unido le otorgue un salvoconducto que le permita hacer valer el asilo diplomático otorgado por Ecuador, señaló que tiene informes de que en Estados Unidos le han presentado cargos criminales en forma secreta.