No dejo de pensar que, tras la famosa operación financiera que en 2006 hiciera de los estudios Pixar un activo más de la empresa Disney, los creadores de cintas como Toy Story (1995), Ratatouille (2007), Los Increíbles (2004) y muchas más, han perdido algo de ese toque osado, atrevido, casi místico que los caracterizaba.

 

Las anteriores dos cintas de Pixar son prueba de ello. Cars 2 (2011) respondía no a la necesidad de contar una historia sino a la necesidad de acrecentar las arcas. La primera parte de esta “saga” es una de las que más ganancias por merchandising le han reportado a la empresa; hacer una secuela era cuasi mandatorio para Disney.

 

Brave (2012), respondía a otro cliché de Disney: las princesas. Si bien en lo formal poco se le puede reprochar a aquella cinta, el tema y el modo de narrarla se asemejaban más a lo realizado por otros estudios (bien podría haberla hecho Dreamworks, por ejemplo).

 

En primera instancia, Monsters University es otro de esos productos. Con nulo ánimo de riesgo, Pixar vuelve a una de sus cintas más aclamadas y que probablemente mayores sentimientos de apego genera: aquella cinta donde la pequeña humana Boo, le mostraba a los monstruos que la risa era más poderosa que el miedo (Monsters Inc., 2001).

 

Aún con ello, hay suficientes señales dentro de Monsters University como para anunciar que Pixar está de regreso. Dirigida por el debutante Dan Scanlon (escritor, animador y artista en varios proyectos Pixar), estamos ante una sólida comedia, impecablemente bien escrita (Robert L. Baird, Daniel Gerson, escritores de la cinta original, además del propio director), que jamás pierde el ritmo ni el sentido del humor.

 

Tomando elementos de algunas frat movies clásicas –La Revancha de los Nerds (1984)- la cinta narra cómo es que el siempre animoso Mike (Andrés Bustamente en el doblaje al español) estudia afanosamente para ser el mejor asustador, mientras que el perezoso Sully (voz de Victor Trujillo) se la vive en la fiesta, confiado en que el linaje de su familia le resolverá la vida.

 

El conflicto de ambos se tornará inevitable cuando, junto con un pintoresco grupo de monstruos desadaptados, tengan que probarse ante los demás alumnos (e incluso frente a la temible directora de la universidad) como capaces de provocar terror.

 

El secreto del éxito está en los detalles; Scanlon no sólo se da rienda suelta inundando la pantalla de colores y texturas a partir de monstruos de todo tipo, sino que además lo hace a partir de un manejo sobrio de su cámara y su encuadre, recurriendo lo menos posible a las cualidades virtuales de la misma.

 

Así, Pixar regresa a los buenos guiones, al ritmo perfecto y a la creación de nuevos personajes que se vuelven entrañables. Si bien no alcanza el nivel de maestría de sus mejores cintas (al fin y al cabo esto es una precuela), es un agradecible regreso a la ruta que los hizo leyenda. Monsters University -sobra decirlo- es un prodigio de animación, definitivamente la comedia más divertida en lo que va del año y la prueba fehaciente de que, aún bajo el puño de Disney, Pixar sigue luchando para hacer lo que mejor sabe: crear y narrar grandes historias.

 

PD: Quédense al final de los créditos.

 

Monsters University (Dir. Dan Scanlon)

3 de 5 estrellas.

Con las voces de Víctor Trujillo y Andrés Bustamante, entre otros.