ana saldanaSoy de la idea de que las casualidades no existen. Hace tiempo que disfruto de la compañía de un grupo de queridas amigas que nos reunimos para charlar como dirían: de todo y nada. Justo, una de ellas, sugirió reunirnos para ver una película que le había causado un gran impresión. Se trataba de Las Sufragistas de Ana Cruz que, como la describió, era una película que cualquier mujer debía de ver.

Al oír el nombre, inmediatamente me ofrecí a contactar a su directora, ya que además de contar con una carrera impresionante, también resultó que tenía el gusto de conocerla por azares del destino. Así, la fecha fue apartada y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en la sala de un departamento en la Condesa, listas para ver la película y conversar con Ana Cruz.

Decidimos que lo más prudente sería ver primero la película. La historia gira en torno a las mujeres que hicieron posible el derecho del voto en México, empezando en 1953 y combinando la historia con el presente, a través del viacrucis de la luchadora social Eufrosina Cruz Mendoza; una mujer con un impresionante carisma y capacidad de liderazgo, originaria de una comunidad indígena en Santa María Quiegolani en Oaxaca. La historia documenta su lucha para poder ser elegida como presidenta municipal de su comunidad, que por los usos y costumbres que fungen como leyes locales, le impiden figurar en la boleta.

La película nos enfrenta con datos que nos invitan a reflexionar sobre la participación de la mujer en la vida política de México. En 60 años de voto femenino en México sólo siete mujeres han logrado ser gobernadoras. La película comienza mencionando a Griselda Álvarez, primera gobernadora electa en México. A su historia se suman entrevistas de personajes de nuestra vida política como Ivonne Ortega, Amalia García, Dulce María Sauri, Beatriz Paredes, Rosario Robles, así como algunas investigadoras. También, en el contexto internacional, entrevista a la primera presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Las entrevistas se entremezclan con la historia de Eufrosina, quien al final de la película se presenta como la primera presidenta del Congreso de Oaxaca en 2011.

Lo que resulta evidente después de ver la película, es que la lucha por la equidad en nuestra vida política aún tiene que avanzar. Pero también nos abre los ojos para entender que no sólo es una lucha en contra del machismo o de feministas, sino también descubrimos que las mismas mujeres son las que menos están dispuestas a ceder su espacio para ampliar las oportunidades para su mismo género.

De entrada, la primera pregunta que surgió fue cómo escogió este tema. Nos contó, que hace unos años como parte de los festejos de bicentenario, estuvo encargada de realizar una serie de televisión sobre los héroes de la Revolución. Al estudiar la vida de Aquiles Serdán, descubrió la importancia de Carmen Serdán, una mujer fascinante, ideóloga de la Revolución en Puebla, pero cuya historia se contaba en un segundo plano. Al mismo tiempo, al documentar la vida de Francisco I. Madero y Sara Madero, la misma historia se repetía. Así surgió Mujeres de la Revolución Mexicana que posteriormente, detonaría Las Sufragistas.

Era evidente lo impactante que resultaba la tenacidad de Eufrosina Cruz. Ana Cruz nos cuenta que el primer contacto fue producto de la casualidad, ya que justo después de haber leído una declaración de Venustiano Carranza en la que le decía a Hermila Galindo que las mujeres no debían participar en política, justo en ese momento, en la radio, Eufrosina hablaba. Esto hizo que Ana se preguntara ¿cómo era posible que se le negara el derecho a competir por un cargo de elección popular por el hecho de ser mujer en pleno siglo XXI? Ahí decidió viajar a Santa María Quiegolani para conocerla; resultó ser el personaje natural para convertirse en la figura principal de Las Sufragistas. Sin duda, ya seas feminista, alguien interesado en la historia de México o alguien que le fascinan personajes interesantes, Eufrosina Cruz, es una delicia e invita a elucubrar sobre grandes hazañas.

Más allá de ser una película para mujeres o feministas, es una cinta que invita a la reflexión. Todos nos fuimos con la sensación de que había mucho más que hacer. Sin duda, Las Sufragistas es una película recomendable para explorar un pasaje de la historia mexicana poco explorado.

Sin duda, la película de Ana Cruz, nos invita a inspirarnos y aprovechar los encuentros fortuitos en la vida, para producir piezas originales, llenas de contenido que nos inviten a reflexionar sobre temas relevantes, que tal vez pensábamos que estaban superados, pero que aún existen evidencias de que hay mucho camino por recorrer.

Espero que tengas un maravilloso fin de semana y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!