Con dos goles de Javier Hernández, la Selección Mexicana cerró su participación en la Copa Confederaciones de futbol, con un triunfo de 2-1 sobre su similar de Japón, en duelo celebrado en el estadio Mineirao.
Las anotaciones del “Chicharito” Hernández, fueron en los minutos 53 y 65, además de que se dio el lujo de fallar un penalti en el 90, mientras, que el cuadro nipón descontó por conducto de Shinji Okazaki en el 85.
De esa forma, el conjunto sumó su único triunfo en el torneo y tres puntos, mientras que el cuadro nipón se quedó en el último lugar del Grupo A, sin unidades.
Sin la presión de sus anteriores partidos, el conjunto mexicano buscó cerrar su participación en el torneo de la mejor manera, pero enfrente tuvo a un rival que le complicó el partido desde los primeros minutos.
Apenas en el minuto cuatro, Andrés Guardado perdió la apelota adelante del medio campo y el rival nipón la emprendió con un contragolpe que estuvo cerca de terminar el gol, pero gracias a la buena intervención de Guillermo Ochoa, evitó la anotación.
El acoso japonés en los minutos iniciales estuvo cerca de dar frutos con un gol, que le fue anulado por fuera de lugar de Shinji Okazaki que no existió, luego de que se levantaba de una jugada posterior y se puso en línea para desviar el disparo de un compañero.
México fue mejor en la segunda parte e invirtió los papeles para comenzar a tener llegada sobre la meta nipona, que comenzó a sufrir con los embates del rival, que ya tocaba con más insistencia la puerta del gol.
Éste llegó en el minuto 53, luego de que por sector izquierdo Andrés Guardado envió centro al área, donde apareció Javier Hernández quien sin marca remató con la cabeza ante la salida de Kawashima, para vencerlo y hacer el 1-0.
Con el dominio de la pelota, el conjunto de José Manuel de la Torre logró el 2-0, en el minuto 65, cuando en un tiro de esquina Raúl Jiménez peinó el esférico a la llegada del “Chicharito” Hernández quien marcó otra vez con la cabeza.
En los minutos finales, México se complicó con el 2-1 de Japón conseguido por Shinji Okazaki, quien remató a placer el balón que le dejó a modo un compañero, para vencer a Guillermo Ochoa quien poco pudo hacer por vitar el gol en el minuto 85.
Sin embargo, en el 90 tuvo para hacer el 3-1 y darle tranquilidad al partido, cuando Hernández fue derribado dentro del área japonesa, para que se decretara la pena máxima que el mismo “Chicharito” cobró abajo a la derecha de Kawashima quien detuvo. En el contrarremate, el mexicano impactó el travesaño.
Salvo el gol anulado al cuadro asiático, el trabajo del silbante alemán Felix Brych fue bueno y por aquél amonestó a Kiroki Sakai, mientras que por el cuadro mexicano hizo lo propio, con el arquero Guillermo Ochoa.