En respuesta a las manifestaciones que se han llevado a cabo en todo el país, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, propuso cinco pactos para mejorar los servicios en las áreas social, económica y política.
La mandataria se reunió esta tarde con gobernadores y alcaldes en el Palacio do Planalto para anunciar una serie de acciones a nivel estatal, municipal y federal para satisfacer las demandas de las personas que se han manifestado durante la última semana en más de 80 ciudades.
“El primer pacto es por la estabilidad fiscal, para garantizar el control de la economía y el control de la inflación. Este es un aspecto importante en el clima actual, cuando la crisis castiga con volatilidad a todas las naciones”, comentó en un mensaje a la nación.
Mientras el segundo pacto es “en torno a la construcción de una grande y profunda Reforma Política que amplíe la participación popular y amplíe los horizontes de la ciudadanía”.
El tercer pacto se refiere a mejoras en el sistema de salud, en el cual confirmó su deseo por contratar a médicos extranjeros y se dijo consciente de lo que implica esta intención.
El detonante de todas las protestas fue el aumento de precio del transporte público y el cuarto pacto se refiere precisamente a este punto, en el cual prometió “dar un salto de calidad en el transporte público de las grandes ciudades”.
Para lo cual habrá una reducción de tarifas, así como una inversión de 50 millones de reales (25 millones de dólares) en materia de infraestructura de los medios de transporte.
Finalmente, el quinto pacto se centró en la educación, en el cual la meta es contar con un mayor presupuesto para poder responder a todas las demandas en esta área y poder satisfacerlas.