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Hablar acerca de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) es contar experiencias multinacionales, de interacción multicultural, de espíritu de unión con un objetivo común: lograr el mayor resultado de una oportunidad.

En el Golfo Árabe-Pérsico, los siete jeques de las tribus que ocupan las tierras entre el Reino de Arabia Saudita y el Sultanado de Omán han experimentado en los últimos 41 años el desarrollo humano más acelerado de la era de la globalización.

Tras el descubrimiento del oro negro en la década de los setenta, la visión de estos siete líderes ha convertido a este destino en un escaparate que refleja el poder de los recursos aplicados a una estrategia, que combina la tecnología de punta y los mayores avances en desarrollo urbano.

Cuando se piensa en los EAU, seguramente viene a la mente Dubai: la torre más alta del mundo, el centro comercial más grande y lujoso del mundo, el proyecto arquitectónico que ha consumido más recursos en el mundo, el acuario con el tanque más grande del mundo. ¡Al parecer su objetivo es romper los récords Guinness !

Pero aún hay más: los emiratos que restan, no muy conocidos pero no menos interesantes y que también ofrecen experiencias únicas: Abu Dhabi, Sharjah, Ras Al-Jaima,Fuyaira, Umm Al-Qaywayn y Ajman.

Este melting pot ofrece ambientes sumamente variados e interesantes, que incluyen una gran diversidad poblacional, sobre todo si tomamos en cuenta que la población local de los Emiratos es de sólo 20% contra 80% de extranjeros, lo cual enriquece el desfile de experiencias.

António Goncalves -CEO de Ecolog, un proveedor global de soluciones de servicios integrados de apoyo a gobiernos, organizaciones humanitarias y empresas, con sede en este país- comentaba que, “En la empresa hay 12 mil empleados, de 40 nacionalidades diferentes”.

No sólo habrá que imaginarse el grado de especialidad en el área de recursos humanos, sino en la variedad de experiencias disponibles para los habitantes de esta ciudad.

En Dubai, el Desert Palm Hotel, es un local que comprende 24 suites y villas, así como 94 residencias. En su restaurante Epicure-Market, tienen una vista completa de toda la acción deportiva, que incluye cuatro espacios para jugar polo, rodeado de palmeras, con un ambiente relajante y de buen gusto, así como una alberca que parecería extenderse en la distancia. Una maravilla que vale la pena disfrutar.

Me despido con la frase más utilizada en el mundo árabe-musulmán: “In Challah”, que quiere decir: “Si Dios lo permite”.

Dubai

Idioma: Árabe
Capital: Abu Dhabi
Población: 4.2 millones aproximadamente

Datos útiles:

No es bien visto mostrar afecto o emborracharse en público. En cuanto a vestimenta es una ciudad de contrastes, en donde lo mismo se ven mujeres en minifalda y shorts junto a otras usando abayas, la vestimenta tradicional que las mujeres utilizan para cubrir su ropa.

Comida:

La cocina es similar a la árabe y libanesa, incluyendo los típicos platillos tipo botanas, conocidos como mezze, con hummus (elaborado con pasta de garbanzo), moutabel (una mezcla de berenjena cocinada a las brasas), fattoush (una ensalada con crutones elaborados a base de pan pita) y kibbeh (carne molida con piñones). También consumen mucha carne a las brasas, primordialmente pollo y cordero, así como muchos productos del mar.

Mejor fecha para visitar:

De noviembre a abril, cuando las temperaturas oscilan en los 25 grados C. De mediados de junio a septiembre, hace mucho calor. Durante Ramadan (la fiesta religiosa musulmana) muchos restaurants podrían estar cerrados del amanecer hasta el atardecer, por lo que es recomendable revisar las fechas con la agencia de turismo www.mydsf.com.

Cómo llegar:

Actualmente cerca de 112 aerolíneas vuelan al aeropuerto internacional de Dubai desde más de 165 destinos. Lo más recomendable es conectar vía Europa o encontrar vuelos directos vía Estados Unidos.

Como mexicano se necesita una visa, hay que contactar a la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos tel. (55) 5207-0025 para mayor información.