FORTALEZA, Brasil. El gobierno de Dilma Rousseff trabaja con velocidad para formular las preguntas del plebiscito sobre la reforma política y presentarlas el martes próximo ante el Congreso.

 

El gobierno de Brasil trabaja con velocidad para definir las preguntas del plebiscito sobre la reforma política y presentarlas el martes próximo ante el Congreso.

 

Según Prensa Latina, la mandataria del país, Dilma Rousseff, conversó con la máxima representante del Supremo Tribunal Electoral, Carmen Lucia, para conocer el plazo que necesita el tribunal para preparar una consulta popular.

 

Voceros del Palacio de Planalto (sede de la Presidencia) señalaron que Lucia prometió responder antes del próximo fin de semana. Con esa información se prevé viabilizar la consulta.

 

Este martes, el presidente del Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil, Joaquim Barbosa, también expresó su apoyo a la propuesta del Gobierno de Dilma Rouseff para llevar a cabo una reforma política.

 

La mandataria desea que esa consulta se realice a más tardar en octubre próximo para lograr que los eventuales cambios en el sistema político aprobados por la ciudadanía entren en vigencia 12 meses después y sean considerados en las elecciones generales de 2014.

 

Por ello, el interés de buscar consensos entre las diferentes fuerzas políticas y sociales en torno a la propuesta de reforma política, la cual deberá contar con el beneplácito del Congreso.

 

Rousseff tiene previsto reunirse este jueves con líderes de partidos políticos y de bloques parlamentarios y el viernes recibirá a la oposición.

 

El plebiscito contará con cinco preguntas sobre temas relacionados con el financiamiento de la campaña electoral, el sistema de votación y la representación política. El grupo que elabora estos temas está dirigido por el vicepresidente de la nación, Michel Temer.

 

Se prevé que el proyecto de plebiscito sea aprobado a través de un decreto legislativo, que exige mayoría simples de votos.

 

El Senado aprobó este miércoles, entre otros asuntos exigidos en las protestas y que esperaban votación desde hace años, el proyecto de ley que define la corrupción como un “crimen hediondo”, lo que impide que los acusados sean liberados mediante el pago de fianzas, y que aumenta la pena mínima que puede ser impuesta a responsables por delitos como el desvío de recursos públicos, reseñó EFE.

 

Mientras, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que prohíbe el “voto secreto” en sufragios para despojar del mandato a algún legislador acusado de irregularidades, así como una iniciativa que reduce los impuestos sobre concesionarias de transporte público, lo que puede reducir los precios de los pasajes.

 

Alrededor de 5 mil manifestantes antigubernamentales se enfrentaron el jueves con la policía cerca de un estadio que será sede un partido de semifinales del torneo de fútbol Copa Confederaciones.

 

Los manifestantes marchaban pacíficamente pero se enfrentaron con la policía cuando se acercaron a la zona de seguridad a unos 2 kilómetros del estadio de Fortaleza en donde España jugará contra Italia en el torneo de preparación para la Copa del Mundo 2014.

 

Esta es la protesta más reciente en Brasil desde que comenzaron las manifestaciones masivas el 17 de junio. Los manifestantes están molestos por la corrupción y los malos servicios públicos a pesar de los elevados impuestos.

 

Las protestas también denuncian los miles de millones de dólares gastados para organizar la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos de Río en 2016, dinero que a su juicio debería destinarse a mejorar hospitales, escuelas y proyectos de transporte.

 

Se reportaron protestas dispersas en otros lugares de Brasil. La mayoría fueron pequeñas concentraciones de manifestantes que se centraron en un solo tema, no como las protestas masivas de la semana pasada, cuando hasta un millón de brasileños salieron a las calles para pedir un cambio.

 

En Brasilia, la presidenta Dilma Rousseff se reunió con dirigentes sindicales y legisladores en un intento de satisfacer las demandas de los manifestantes sobre medidas contra la corrupción y mejores servicios públicos.

 

Rousseff prepara el terreno para una propuesta que se espera que entregue al Congreso el lunes para organizar un plebiscito sobre la reforma política que quiere proponer a la población brasileña en los próximos meses.

 

Mientras tanto unos 3 mil estudiantes marcharon ayer por las calles de Brasilia para exigir que el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) se destine a la educación.

 

La marcha fue convocada por la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), un movimiento afín al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que dirigió sus reclamos hacia el Congreso, frente a cuya sede concluyó la manifestación.

 

Mientras tanto un joven de 21 años que el miércoles cayó de un viaducto durante las protestas en Belo Horizonte mientras se jugaba la semifinal Brasil-Uruguay por la Copa Confederaciones, murió esta madrugada, informó el hospital donde fue atendido.

 

Con la muerte de Oliveira ya son cinco los fallecidos durante las protestas que comenzaron por el aumento del boleto de colectivo y terminaron siendo contra el gobierno de Dilma Rousseff.