Por otro lado, agrega, como está sucediendo en otras plazas importantes, se está dando una mayor comunicación entre cocineros, intercambio de ideas y valoración de productos y técnicas. Esto permite que los proyectos fluyan y que realmente se consolide una plataforma de acción. No se trata únicamente de propuestas aisladas.
Creatividad, franqueza y respeto por los comensales, así como una fiesta espontánea con los productos de las costas mexicanas, especialmente del sureste, son esencia de Punta del Mar: culinaria “gourmet del mar, cómoda, accesible y móvil”.
“No es todo lo que soy, ni lo que pretendo ser. Es sólo una parte de mi trabajo, de mis intereses, pero quiero ser muy claro y que la gente realmente disfrute el concepto. Es una propuesta que empezó con unas cuantas mesas, en mi propia casa, con la idea de ofrecer diversas preparaciones marinas con ingredientes de temporada y el toque de nuestras salsas. Poco a poco fue evolucionando. Desde luego muchos de los comensales todavía prefieren sentarse en parte de la cochera y disfrutar nuestros platillos de una manera muy informal”, dice.
“La experiencia en las Haciendas me dio la oportunidad de conocer a fondo mucho del entorno y la riqueza de la Península de Yucatán y desarrollar una cocina sofisticada, de acuerdo con el gusto y las expectativas de los huéspedes e invitados especiales. Pero también tenía muchas limitantes, restricciones muy obvias dentro de lo que puede ser un corporativo de esta índole, y eso fue determinante para que yo cerrara un ciclo de cuatro años. Me gusta ir más allá, estar en una búsqueda constante. La comodidad de un trabajo de ese tipo desde luego es muy atrayente, pero lo es más hacer lo que a ti te gusta.
“Vengo de una familia muy trabajadora, mis papás no son ricos, pero siempre me enseñaron el valor del trabajo y el esfuerzo para salir adelante. Con ellos desarrollé mi gusto por la cocina; además de que se preocuparon por darnos una buena educación, que siempre estuviéramos en buena escuelas y aprovechando nuestra capacidad y aptitudes”, resalta.
Apoyo a los productores
“La comunicación que hay entre los cocineros también ayuda para detectar cuando alguien está haciendo trampa o quiere poner en circulación variedades que evidentemente no puede obtenerse fuera de determinada época sin causar un perjuicio al medio ambiente y a los productores”, indica.
Resalta que un lustro de estancia en Yucatán, le ha dado la oportunidad de conocer e involucrarse cada vez más con las tradiciones y las recetas locales, así como con la amplísima gama de ingredientes que existen en esa tierra maravillosa.
“Nosotros lo que ofrecemos es pescados y mariscos. Una de las cosas que hacemos es traerlo con pescadores pequeños. Los compramos directamente a ellos, es buen producto de primera mano, no está tan caro, de calidad está increíble, asimismo incentivas a la comunidad que le compras. Tratamos de hacerlo con un precio justo, pagarles a lo que está en el mercado el precio de cierto producto. Usamos siempre el producto regional. La cocina de Punta del mar tiene toques totalmente yucatecos. Poseemos una identidad muy clara, pero con toques yucatecos, lo que nos hace totalmente diferentes.
“Otro de los ingredientes que utilizamos mucho y al que le damos gran difusión es la miel artesanal, es una de las mejores de México, y me atrevo a decir que del mundo”, subraya Christian Bravo.