La nueva adaptación al cine de El Gran Gatsby (1925) de F. Scott Fitzgerald fue una de las películas que más expectativas generó antes de su estreno; por su reparto (Leonardo di Caprio en el papel de Jay Gatsby y Tobey Maguire como Nick Carraway) y por el estilo del director Baz Lurhmann (Romeo+ Julieta y Moulin Rouge).
La cinta tiene sus desatinos. Pero Lurhmann adapta con éxito uno de los símbolos más importantes de la obra: la ventana. En este símbolo estriba la crítica de Fitzgerald al clasismo que, en nombre de una falsa noción de superioridad, permite que unos pongan sus vidas sobre las de otros.
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