Hay miles de ellas en esta red social. Son páginas o comunidades que usuarios crean y en las que se publican, comparten y comentan imágenes que conmueven a quien las mira y hacen que, entristecidos o enojados, den clic en el botón de “me gusta” debajo de la fotografía para expresar su apoyo a la causa o fijar postura en contra de la injusticia retratada.
La foto pudo haber sido de un niño a punto de perder la vida por inanición en África; o de perros callejeros en condiciones deplorables en alguna colonia marginada de la Ciudad de México; o de una mujer golpeada por un frustrado hombre en cierta capital europea, o cualquier otra situación de iniquidad; pero la escena es siempre indignante para quien que la mira.
Pero, ¿el que millones de “feisbuqueros” activen el like en la imagen que revela a la mirada indignada de quien la ve una situación atroz, cambia esa realidad? ¿O el hecho de que sea compartida por miles de usuarios en las redes sociales contribuye en algo para que ese abuso no vuelva a cometerse? ¿O sirve para salvar la vida de los infectados con VIH o cualquier otra enfermedad que tiene como última parada la muerte?
Para la organización no gubernamental Crisis Relief Singapur, que se dedica a la asistencia médica de personas en zonas de desastre, la respuesta es un contundente no, pues “los ‘me gusta’ no están ayudando (liking isn’t helping)”.
Ese es el concepto de una reciente campaña que lanzó, la cual recibió varios leones de oro en el Festival Internacional de Creatividad de Cannes, y busca sumar más voluntarios que pongan manos a la obra.
(Foto: Crisis Relief Singapore)
Es claro que la difusión es útil y las redes sociales dan voz y rostro a las mayorías, pero el ciclo no termina ahí, sino empieza, según critica esta organización en tres fotografías editadas: “Guerra”, “Terremoto” e “Inundación”, que forman parte de la serie “Sea un voluntario. Cambie una vida (Be a volunteer. Change a Life)”.
Las imágenes fueron producidas por Crisis Relief Singapur, en colaboración con la agencia Publicis, para dar a entender a todo el mundo que “los ‘me gusta’ no ayudan” a cambiar o salvar una vida.
Las fotografías de los desastres son reales, pero los pulgares hacia arriba, que simulan el like de Facebook, se añadieron con la ayuda del editor Photoshop.
La primera de las escenas es la de “Guerra”, que muestra a un niño herido, abrazado por una mujer; la segunda foto, “Terremoto”, está dedicada a un menor recién amputado; mientras que en el tercer anuncio, “Inundación”, podemos ver a una niña con sus piernas en el agua aferrándose a un árbol.
Y es con estas escenas que a cualquiera le causan tristeza o enojo que la ONG busca atraer a más personas hacia el activismo, y no que se queden simplemente en el like de las redes sociales.
(Foto: Crisis Relief Singapore)
UNICEF: los “me gusta” no salvan vidas
De hecho esta no es la primera campaña que se hace en contra de la pasividad que implica dar un like en Facebook o compartir una imagen o comentarla.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lanzó otra campaña en Suecia en la que explica “no tenemos nada en contra de los ‘me gusta’ pero, las vacunas cuestan dinero” (“We have nothing against likes, but vaccine costs money”).
Para reforzar su mensaje en Facebook colocó una frase más contundente: “pon un ‘me gusta’ en nuestro Facebook y vacunaremos a cero niños contra la polio (…) las vacunas cuestan dinero. Por favor, compra una vacuna contra la polio en Unicef.se. Te costará sólo 4 euros, pero salvará la vida de 12 personas”.
Además difundió cuatro videos para incentivar a la gente a donar. El primero de ellos cuenta la historia de Rahim. Tiene 10 años y vive con su hermano pequeño, al que se le ve en segundo plano jugando con una pelota mientras Rahim cuenta que está preocupado.
Se pregunta qué pasará con su hermano si, al igual que le pasó a su madre, él enfermara. En seguida se responde: “no me preocupa ese futuro. Hoy la página de UNICEF Suecia tiene 177 mil ‘me gusta’ en Facebook. Quizás alcanzará los 200 mil en el verano. Y para ese momento deberíamos estar bien”.
Rahim miente, su semblante lo delanta, sabe que entre más ‘me gusta’ tengael Facebook de la UNICEF, su situación no cambiara en lo más mínimo.
A esta historia, la UNICEF, le añade datos duros y asegura que una quinta parte de la población infantil está sin vacunar. Una situación que se agrava no solo por la falta de recursos, sino por los conflictos armados y los desastres naturales de los países del Tercer Mundo.
En los otros videos aparece Yohio, una joven adolescente que se la pasa mirando la pantalla de su teléfono celular, mientras que lidia por pagar con ‘me gusta’ como si de dinero se tratara.
Lo intenta en tres ocasiones: en una barbería, en un restaurante y en una tienda de ropa. En los tres establecimientos ocurren situaciones absurdas que cuestionan el valor real de los ‘me gusta’.
En los tres casos le explican que sólo aceptan pagos en efectivo o con tarjeta de crédito, pero no con ‘me gusta’, pues no tienen ni valor ni utilidad alguna.
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