En diciembre de 2012, la Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, declaró que “el impacto de la corrupción va más allá de la desviación de recursos, ya que corroe sociedades y contribuye a una falta de confianza y seguridad de la gestión de los asuntos públicos”, añadiendo que “las peores consecuencias de la corrupción son sufragadas por los pobres y los grupos vulnerables”.
En México, de acuerdo con la investigación Auditorías Superiores Locales: evaluación de su normatividad, prácticas y transparencia realizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad y el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, los robos y desvíos de recursos que se han denunciado durante los últimos meses en estados como Tabasco, Morelos y Chiapas alcanzan la cantidad de al menos 4 mil millones de pesos, los cuáles “representan un presupuesto equivalente al destinado al Programa Seguro Médico Siglo XXI (2 mil 500 millones de pesos), las Caravanas de la Salud (735 millones), así como programas de atención y prevención de VIH-Sida (365 millones) o de Atención a personas con discapacidad (264 millones).
Y es que, el informe Países en la encrucijada 2012, realizado por Freedom House, indica que el costo de la corrupción en México para ciudadanos y empresas fue de 2 mil 750 millones de dólares. Al respecto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado publicó que “el monto destinado a la corrupción equivale a las ventas de Pemex en 2011 o a los gastos asignados en 2012 a los ramos administrativos del gobierno federal, que incluyeron a la presidencia, las fuerzas armadas y la Procuraduría General de la República”.
El ex gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, fue consignado por peculado y ejercicio indebido del servicio público por su presunta participación en la compra simulada de un tomógrafo de 13.8 millones de pesos, que nunca llegó al hospital público dónde sería instalado; además, su hijo Luis Armando Reynoso López también es investigado por lavado de dinero, pues en los últimos tres años de la administración de su padre recibió depósitos por 58 millones de pesos.
En Tabasco, el exgobernador Andrés Granier Melo está siendo procesado por el desvío de dos mil 400 millones de pesos, y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores congeló 14 millones de pesos en cuentas pertenecientes a su hija, Mariana Granier Torres, por no poder demostrar el origen del dinero.
En este contexto, ciudadanos hastiados de los excesos y el incumplimiento de los políticos decidieron lanzar a sus mascotas como candidatos para contender en las próximas elecciones. En Veracruz, el gato Morris fue postulado como candidato a Alcalde de Xalapa, con el lema “¿Cansado de votar por ratas? Vota por un gato”, el felino se convirtió en un fenómeno en las redes sociales, llegando a 141 mil 849 likes en Facebook, además de tener su portal en Internet (elcandigato.com) y mercancía oficial. Incluso, medios internacionales como Time, Der Spiegel o la BBC han publicado reportajes en torno al candigato.
Hoy, ante este despliegue de inconformidad y enojo por parte del pueblo es tiempo de que la corrupción sea combatida y castigada eficazmente, además resulta urgente que las autoridades reconozcan que la corrupción en México es sistémica, es decir, que está presente en todos lo niveles y que es un acto cotidiano; y es que los múltiples casos de desvío de recursos son muestra del grado de descomposición al que han llegado algunos gobernantes, por ello de no combatir esta problemática, estamos condenados a la pobreza y a un débil desarrollo, por lo que urge la implementación de un marco jurídico eficaz que sea un freno real contra la corrupción y la malversación de los recursos públicos del país.
*Analista en temas de Seguridad, Educación y Justicia
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