EL CAIRO. El presidente del Tribunal Constitucional de Egipto, Adli Mansur, fue hoy designado nuevo presidente en sustitución de Mohamed Mursi para que dirija el país de manera interina hasta la elección de un nuevo mandatario.
A sus 67 años, el jefe del alto tribunal jurará mañana su nuevo cargo de mandatario, después de que el Ejército depusiera al islamista, que ganó las elecciones de hace un año, y suspendiera la Constitución provisionalmente.
Mansur llevaba solo desde el miércoles como presidente del Constitucional, ya que asumió su puesto el 1 de julio en sustitución de Maher el Beheiri, que se jubiló el día anterior.
Nacido en diciembre de 1945, se licenció en Derecho por la Universidad de El Cairo en 1967 y en la misma facultad obtuvo un diploma de Derecho Público en 1969 y otro de Ciencias Administrativas en 1970.
Posteriormente, entre 1975 y 1977, viajó a Francia con una beca de estudios en el Instituto Nacional de Administración Pública de París.
En 1984, fue nombrado consejero del Consejo de Estado, un órgano que tiene jurisdicción sobre la Justicia administrativa en los casos en los que el Gobierno está implicado.
En 1992, fue vicepresidente del Consejo de Estado por unos meses.
Desde finales de 1992 y durante veinte años, Mansur fue vicepresidente del Tribunal Constitucional, y ascendió hasta ser el vicepresidente primero por cuestiones de antigüedad.
Entre 1990 y 1992, ocupó el cargo de consejero en la Secretaría General del Consejo de Ministros.
El pasado 19 de mayo, Mursi le nombró presidente del Constitucional con la aprobación de la Asamblea General de ese órgano, aunque no tomó posesión hasta este miércoles.
Mansur fue designado de acuerdo a una nueva ley de 2011, que estipulaba que el jefe del alto tribunal debía haber cumplido al menos veinte años de servicio en dicha corte.
El pasado 1 de julio, asumió el puesto tras la jubilación de su antecesor y mañana se convertirá en presidente interino.
Durante el periodo de transición que se abre en Egipto, el nuevo gobernante deberá convocar y supervisar las próximas elecciones presidenciales, de acuerdo al plan trazado por el Ejército con el respaldo de diferentes fuerzas políticas.
Además, Mansur tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, una nueva tarea que le ha sido encomendada en la crítica situación política que atraviesa el país.