La historia de cuento de hadas entre Tom Cruise y Katie Holmes, en la que una chica, actriz pero no de tan alto nivel, logra conquistar el corazón de una estrella de Hollywood a la que admiraba, concluyó con un corto divorcio que sacó a la luz los problemas en casa, gracias a la Cienciología de la que Tom es casi un semidios.

 

Ahora, un año después, tiempo en el que realmente no se encontraron y todo el intercambio entre ellos se llevó a cabo por intermediarios, Tom envió señales para tratar de limar asperezas con Katie, por medio de una sensible carta en la que incluso reconoce que será siempre el amor de su vida.

 

Parte de la falta de comunicación fue la forma en la que Katie decidió la separación, al notificarla al juez y medios antes que a su entonces esposo, lo que generó una fuerte molestia en el actor y, por supuesto, en la iglesia que lo respalda, por la dura crítica que hizo al afirmar que para proteger de la religión a la pequeña hija que tuvieron, era indispensable la separación.

 

Con el paso del tiempo, Tom ha tratado de encontrar nueva pareja, pero no se ha consolidado y lo que sí ha ido creciendo es su necesidad de ver a su ex esposa así como de su hija, Suri, de 7 años.

 

Se piensa que con este acercamiento, será mucho más fácil llegar a un acuerdo con Katie sobre las visitas a Suri, pues está desesperado por verla más y no perderse del crecimiento de la pequeña.

 

Sea por la niña o sea por el amor a Katie, siempre es importante reconocer y tratar de eliminar esos muros que separan de cosas importantes que la vida nos ofrece. ¡Bien por Tom!