El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó al las Fuerzas Armadas egipcias a devolver con rapidez el poder al gobierno civil.

 

“Estados Unidos está monitoreando la situación en Egipto, y creemos que en última instancia el futuro de Egipto sólo puede ser determinado por el pueblo egipcio. Sin embargo, estamos profundamente preocupados por la decisión de las Fuerzas Armadas egipcias para remover al presidente Mursi y suspender la constitución egipcia”, precisa un comunicado difundido por la Casa Blanca.

 

Tras la destitución del presidente Mohammed Mursi, el mandatario estadunidense fijó su postura unas tres horas después de ocurridos los hechos vía escrita. No hubo respuesta inmediata ni por el Departamento de Estado o la oficina presidencial.

 

Obama anunció además que ordenó a las dependencias correspondientes de su gabinete a hacer una revisión de las implicaciones legales que pueda tener la ayuda estadunidense a Egipto por el golpe de Estado contra el primer presidente civil egipcio electo democráticamente.

 

La portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki dijo el miércoles, justo antes de que se anunciara el nuevo gobierno, que el gobierno de Obama está preocupado por Egipto, pero pidió negociaciones para elaborar una solución.

 

Obama ha dejado en claro desde hace tiempo que está a favor de una política exterior de consulta y negociación, pero no intervención, con respecto a las turbulencias persistentes y muchas veces violentas a lo largo y ancho de Oriente Medio.

 

 

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