La atención de seis enfermedades crónico degenerativas absorbe 30% del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) del Instituto Mexicano del Seguro Social, que cada año reporta un déficit financiero y que a largo plazo mermará las finanzas de la institución y la calidad en el servicio a los pacientes.

 

En 2012, se destinaron 71 mil 352 millones de pesos para la atención de diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia renal, los cánceres cérvico-uterino y de mama, así como el VIH/SIDA, que en conjunto representan una tercera parte del presupuesto para la atención médica de los derechohabientes del IMSS, señala el Informe al Ejecutivo y al Congreso de la Unión 2012-2013.

 

El problema se agrava con el paso de los años debido al aumento en el número de personas mayores de 60 años y la transición epidemiológica de la población, en la que el tratamiento de estas enfermedades se prolonga por muchos años y es caro.

 

“Existen factores que van más allá del tratamiento médico y que influyen de manera importante en la prevalencia de estas enfermedades. Existen conductas relacionadas con el cuidado de salud del individuo que generan externalidades hacia el resto de la población y que implican un alto costo de atención para las instituciones públicas de salud; por ejemplo, los hábitos alimenticios y de actividad física que inciden en la diabetes”, dice el documento.

 

Al mismo tiempo, el costo de los servicios de salud se incrementa por encima de la inflación, lo que hace insostenible la carga financiera del SEM.

 

El documento indica que este seguro cubre la atención médica, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria de los asegurados y sus familias, así como la de los pensionados. El año pasado tuvo un déficit de más de 40 mil millones de pesos, situación que ha arrastrado en los últimos seis años.

 

Ante esta situación, el IMSS logró que se autorizaran las transferencias de los excedentes de los seguros de Invalidez y Vida y de Riesgos de Trabajo hacia la Reserva Financiera y Actuarial  del SEM por un monto de alrededor de 61 mil millones de pesos en 2011.

 

No obstante, esto no será suficiente para garantizar la atención médica ni las incapacidades médicas y jubilaciones que también se otorgan a través de este seguro,  a corto y largo plazos.

 

La proyección del IMSS para 2020 prevé un incremento de 20 mil millones de pesos en el costo de la atención de las seis enfermedades crónico degenerativas ya mencionadas, siempre que los pacientes se apeguen a los programas de Prevenimss. De no hacerlo, el gasto podría aumentar hasta 34 mil millones de pesos en el mismo lapso.

 

“La concurrencia de externalidades de varios de estos padecimientos hace oportuno replantear la posibilidad de un esquema innovador de financiamiento conjunto para la atención de estos seis padecimientos (…) que es fundamental para avanzar hacia el Sistema Nacional de Salud Universal plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo “, señala el reporte.