BRASILIA. En un paso hacia la recuperación de su prestigio, el Senado brasileño aprobó un proyecto de ley para impedir que personas que hayan sido sentenciadas ocupen cargos públicos. La medida pretende combatir la corrupción en la administración pública y hacer una depuración, que fue una de las banderas de las protestas populares de las pasadas dos semanas.

 

Conocida por los ciudadanos como ley de “ficha limpia”, esta iniciativa aún debe ser aprobada por la Cámara de Diputados para entrar en vigor, y extendería una norma aprobada en 2009 para aplicar el mismo criterio a quien ocupa cargos de elección popular, como legisladores, alcaldes, gobernadores y concejales.

 

La iniciativa fue acogida por unanimidad. El senador Eunicio Oliveira, que aprobó la versión final, afirmó: “El fundamento de la propuesta es preservar el dinero público. Queremos combatir la corrupción en todos los niveles”.

 

La votación ocurrió en medio de gran actividad legislativa para aprobar iniciativas que atiendan las demandas de manifestantes que tomaron las calles en las ciudades brasileñas desde inicios de junio, incluyendo la erradicación de la corrupción.

 

Contra los extranjeros

 

En Brasilia, los médicos protestaron contra planes gubernamentales de contratar hasta seis mil galenos de Cuba, España y Portugal para cubrir el faltante en el país, mientras camioneros cerraron carreteras para exigir la reducción en los costos de transportes.

 

Los camioneros incendiaron casetas de cobro y afectaron el tránsito en carreteras de varios estados mientras en Sao Paulo, la ciudad más grande del país, es el tercer día de protestas del sector.

 

En el caso de los profesionales de medicina, la protesta programada para un solo día provocó el cierre del servicio en hospitales públicos en algunas ciudades, aunque sin afectar las salas de emergencia, según un comunicado del Consejo Federal de Medicina, que regula el ejercicio de la profesión médica en Brasil.

 

Los médicos rechazan los planes del gobierno de contratar hasta seis mil profesionales extranjeros de la salud para cubrir faltantes en comunidades remotas.

 

El enorme país tiene una distribución desigual de médicos, con una fuerte concentración de profesionales en las pudientes regiones sur y sureste, donde hay entre dos y tres médicos por cada mil habitantes. En contraste, el empobrecido norte y noreste del país tiene alrededor de un médico por cada mil habitantes, según datos del Consejo Federal de Medicina. Agencias.