PARIS. Por primera vez en la historia de la Quinta República Francesa, instaurada en 1958, el Consejo Constitucional francés rechazó las cuentas de gastos producidos en la campaña electoral de Nicolás Sarkozy para su reelección como presidente de Francia en 2012, de la que salió derrotado. En reacción, el ex presidente renunció “inmediatamente” a su cargo como ex jefe de Estado en el Consejo Constitucional de Francia.

 

Según el Consejo Constitucional, Sarkozy gastó en esa campaña casi 23.1 millones de euros frente al techo de gasto autorizado de 22 millones 509 mil euros, y con su dictamen pierde el derecho de reembolso de 47.5 % de esa suma por las irregularidades. La decisión del Consejo impedirá que el Estado reembolse al ex candidato de la conservadora UMP unos 10 millones de euros. Esa merma en sus recursos aumentará las dificultades financieras de la organización, pues ya hizo públicos sus apuros económicos.

 

A través de un comunicado, el alto órgano judicial se alineó con la decisión de la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña y de Financiación Política, que ya había rechazado en 2012 la contabilidad presentada por Sarkozy. Los llamados “sabios” del Constitucional entienden que Sarkozy cargó al Estado y a su partido -la Unión por un Movimiento Popular (UMP)- parte de los gastos propios de su campaña, como reuniones preparatorias, desplazamientos, sondeos electorales y la publicación de panfletos políticos.

 

Entre esos sobrecostos que no se reflejan en la contabilidad de Sarkozy destaca el gran mitin que el entonces presidente en ejercicio dio en marzo de 2012 y ante unos 50 mil simpatizantes de su partido en Villepinte, a las afueras de París. Ese baño de masas tuvo un costo de unos tres millones de euros, de los que Sarkozy cargó la mitad a su partido, con el argumento de que la formación había celebrado una reunión en ese lugar por la mañana.

 

La autoridad tampoco aceptó que los mítines que el entonces presidente ofreció en Toulon, en diciembre de 2011, y en Fessenheim, en febrero de 2012, queden fuera de la contabilidad oficial bajo el argumento de que Sarkozy no había anunciado aún su candidatura de manera oficial.

 

La dimisión

 

Después de que el Consejo Constitucional rechazara las cuentas de su campaña electoral de 2012, el ex presidente francés Nicolás Sarkozy renunció “inmediatamente” a su cargo como ex jefe de Estado en el Consejo Constitucional. En un comunicado señaló que de esa forma espera recuperar su “libertad de palabra” ante “la gravedad de la situación y las consecuencias” del dictamen en su contra.

 

A través de un comunicado, ese alto órgano judicial se alineó con la decisión de la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña y de Financiación Política, que ya había rechazado en 2012 la contabilidad presentada por Sarkozy.

 

Por su parte, el ex primer ministro conservador François Fillon, jefe del Ejecutivo durante el quinquenio de Sarkozy y aspirante a presidir la UMP, llamó a su “familia política” a “asumir de forma solidaria las consecuencias financieras” de la decisión del Constitucional.