Dicen que los viajes ilustran. Emprender un viaje es una oportunidad de conocer lugares nuevos, tener experiencias diferentes e interactuar con personas que pueden tener una vida muy diversa a la nuestra. Todo ello nos enriquece.
Las grandes cadenas de hoteles garantizan que, a donde vayamos y nos quedemos, nuestra experiencia será de la misma calidad y en forma consistente. Si bien esto permite viajar sin estrés y sin sorpresas, también es cierto que nos aleja de tener una experiencia de vivir, en lo posible, como los lugareños, extraernos de nuestra vida diaria y transportarnos a una ajena.
Como respuesta ha surgido el concepto de slow travel. Se trata de viajar sin prisa para conocer y compenetrarnos con el lugar, entender a la gente, su cultura, su comida y, en general, su vida diaria. Los llamados hoteles boutique y los bed and breakfast (hoteles pequeños atendidos por sus dueños que ofrecen una estancia más casera) son una opción para ello.
Pero, el nuevo fenómeno, que sin duda es divertido, es la renta de casas, departamentos o cuartos en esas propiedades. Ello nos permite quedarnos en lugares que en realidad no son hoteles, pero en los que sus dueños ofrecen alojamiento en forma confortable, con experiencia y sabor locales.
¿Cómo encontrar esos lugares para hospedarse? La página www.airbnb.com ofrece la renta de propiedades -desde una noche- alrededor del mundo y para diferentes presupuestos.
El sistema brinda confianza y seguridad, tanto a los anfitriones como a las huéspedes, a través de la verificación de identidad y perfiles de ambos, un seguro al anfitrión por daños causados por los huéspedes, así como un mecanismo de pago en donde Airbnb retiene el pago al anfitrión hasta que el huésped llegue y todo esté conforme a lo pactado.
La página tiene fotos de las propiedades y de sus dueños, así como evaluaciones realizadas por huéspedes anteriores.
En este verano, aventúrate a viajar de una forma más auténtica. Te garantizo tendrás experiencias memorables, divertidas y enriquecedoras.