La policía antidisturbios disparó hoy gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a unos tres mil manifestantes, que se congregaron en la céntrica Plaza Taksim de la ciudad de Estambul con la intención de entrar en el Parque Gezi.
La acción policial se produjo horas después de que el gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, advirtió que la protesta era ilegal e invitó a los manifestantes a retirarse del lugar, de acuerdo con reportes del diario turco Today’s Zaman.
La activista Plataforma Solidaridad Taksim convocó a la movilización de este sábado para entrar en el cerrado parque, cuya planeada demolición fue suspendida tras días de violentas protestas, pese a que las autoridades citadinas prevén su próxima reapertura.
En conferencia de prensa, Mutlu afirmó que Gezi abriría nuevamente mañana domingo o el lunes siguiente a más tardar, pero aseveró que “los parques no son lugares para protestas, los parques son lugares de calma y tranquilidad para toda la gente”.
En una declaración, los manifestantes indicaron que regresarían a “su parque” para informar esa manera a las autoridades de Estambul sobre la decisión judicial que anuló sus planes de desarrollo urbano en Gezi y que “sus usuarios podían regresar”.
La intervención policial comenzó la tarde de este sábado en Taksim antes de que los manifestantes entraran al adyacente Gezi, de acuerdo con los reportes.
Los manifestantes discutieron con la policía que les cerró el paso a la entrada de Gezi, por lo que los oficiales dispararon gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersarlos, aunque por el momento se desconoce si hay lesionados.