Especialistas aseguran que se requieren de movimientos telúricos superiores a los seis grados Richter. Jonathan Arreola, analista de Registros Sísmicos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), descarta así alguna relación entre los temblores de 5.8 grados Richter ocurrido la madrugada del 16 de junio y el registrado el 29 de junio, con una intensidad de 4.7 grados, ambos con epicentro en Huitzuco, Guerrero.

 

“Los sismos registrados en semanas pasadas fueron relativamente pequeños para que pudieran alterar la actividad del Popocatépetl. Tienen que presentarse ciertas características para que esto ocurra: Debe de tratarse de un sismo con magnitud mayor de seis o siete grados, además de que el volcán necesita presentar cierta actividad”, comentó Arreola.

 

Por el contrario, el sismo de 7.4 grados del 20 de marzo de 2012 sí contribuyó a incrementar la actividad del volcán Popocatépetl, según declaró en aquella ocasión a 24 HORAS Allen Husker, investigador de Instituto de Geofísica de la UNAM.

 

Pocos días después de dicho temblor, el 16 de abril, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cendapred) elevó el semáforo de alerta volcánica de Amarillo Fase 2 a 3, fase previa a la evacuación.

 

ACORTAN PERIODOS DE ALERTA

 

Desde el miércoles pasado, el Popo ha incrementado su actividad exhalando fumarolas con ceniza que ha llegado hasta la Ciudad de México, además de la presencia de material incandescente en su cráter.

 

Esto ha repercutido en que el semáforo de alerta volcánica se eleve por segunda ocasión en menos de dos meses a Amarillo Fase 3, lo que significa mantener un radio de seguridad de 12 km alrededor del volcán y tránsito controlado entre poblaciones cercanas.

 

Apenas el 12 de mayo, al incrementarse los niveles de actividad general del volcán, la alerta se elevó a Amarillo Fase 3, tras 254 días de permanecer en Fase 2.

 

Sin embargo, 26 días después, el 7 de junio la alerta bajó, pero menos de mes después, el 6 de julio, el semáforo volcánico pasó nuevamente a la fase 3.

 

La última vez que se registró un cambio de fase 2 a 3 fue el 16 de abril de 2012, luego de esto pasaron 137 días para que, el 1 de septiembre, se redujera la alerta.