El gobierno del presidente Barack Obama indicó el pasado lunes que los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos tienen prioridad sobre su respaldo a la democracia en Egipto, resaltando la importancia de continuar la ayuda a las fuerzas armadas de ese país, que derrocaron la semana pasada al presidente electo.
Mientras estallaba la violencia entre las fuerzas de seguridad y partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi, la Casa Blanca y el Departamento de Estado llamaron a las fuerzas armadas a ejercer “máxima compostura”. Dijeron además que no serían penalizadas con una reducción en el paquete anual de asistencia de mil 300 millones de dólares que reciben de Washington.
Pero si el gobierno estadounidense determina legalmente que la salida de Morsi fue un golpe de Estado, las leyes del país exigen poner fin a toda ayuda no humanitaria a Egipto, la mayor parte de la cual es para las fuerzas armadas.
Renovarán primero el Congreso, luego al Presidente
El presidente interino de Egipto, Adil Mansur, presentó un calendario acelerado para elegir a un nuevo mandatario y Parlamento a principios del próximo año, en una medida que podría aliviar las preocupaciones de Occidente sobre el futuro de la democracia en la nación árabe. Sin embargo, el plan podría profundizar la ira de los seguidores del presidente derrocado Mohamed Morsi.
Bajo el plan propuesto por el presidente interino el lunes por la noche, se nombrarán dos paneles para hacer enmiendas a la constitución islamista aprobada durante el gobierno de Morsi. Esos cambios podrían ser objeto de un referéndum dentro de unos 4 meses y medio. En los siguientes dos meses se celebrarían las elecciones parlamentarias, y una vez que el nuevo Parlamento sesione, tendría una semana para establecer una fecha para la elección presidencial.
Por su parte, El Erian, Vicepresidente del partido Partido Libertad y Justicia (PLJ), ha dicho que los Hermanos Musulmanes rechazan el decreto por considerar que Mansur ha usurpado “el poder legislativo” y que es un acto propio de “una persona designada por los golpistas”.
Deportan 500 Sirios por incumplir normativa de visados
Egipto deportó ayer a unos 500 ciudadanos sirios que llegaron al aeropuerto internacional de El Cairo por carecer de visados e incumplir los nuevos requisitos de entrada al país, informaron hoy a Efe fuentes de seguridad.
La mayoría de los deportados había llegado a la capital egipcia en dos aviones procedentes de Siria, mientras que otros seis habían salido del Líbano, según las fuentes.
El pasado domingo, Egipto modificó la legislación y comenzó a exigir que los ciudadanos sirios y palestinos presenten un visado y un permiso de seguridad expedido por las autoridades de sus respectivos países para viajar al país.
A unas horas de un duro inicio del Ramadan.
La mayoría del mundo musulmán comienza mañana, miércoles, el mes de Ramadán, que este año se celebrará con los fieles pendientes de los conflictos abiertos en Egipto y Siria y con un clima de creciente hostilidad entre suníes y chiíes.
La guerra en Siria, donde los abanderados de la ortodoxia suní (Arabia Saudí y Catar) apoyan sin ambages a todo un universo yihadista que recluta adeptos en todo el mundo musulmán, ha radicalizado el discurso anti-chií, que ya no es solo anti-iraní.
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