Desde hace una semana, el plantón de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se mantiene semivacío, sólo un centenar de docentes se resguarda de la lluvia y el sol bajo las carpas y tiendas de campaña instaladas en el Zócalo del Distrito Federal.

 

Sin embargo, a partir del próximo viernes llegarán los “refuerzos” provenientes de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas, el DF y Estado de México.

 

El inicio de las vacaciones de verano permitió a las secciones de la CNTE reorganizar el plantón y traer nuevas comisiones de maestros al Zócalo. Los de Guerrero se adelantaron y ayer llegó una comisión de Acapulco, que ya se había instalado bajo una carpa roja.

 

“Ahorita parecemos poquitos, pero el 12 llegan los maestros de Valles Centrales y luego se irán turnando con los de otras regiones. El viernes van a ver como ya no somos poquitos”, dijo uno de los maestros que organizan el campamento de la sección 22 de Oaxaca.

 

A mediodía nadie camina por la plancha del Zócalo y el campamento parece abandonado. Los profesores, dentro de las casas de campaña se recuestan sobre colchonetas: duermen, platican o juegan con sus smartphones para matar el tiempo.

 

Sólo aquellos que tienen comisiones están en las carpas atendiendo a los maestros que llegan, a los curiosos que se asoman a preguntar las razones del plantón. Otros tantos revisan papeles, hacen llamadas, platican sentados sobre sillas de plástico que trajeron desde sus estados.

 

En el campamento no falta nada, hay luz y conexiones múltiples para cargar los celulares, conectar la cafetera y tener un foco para la noche. También hay dos tinacos pequeños con una llave para sacar agua potable y  el área de la cocina cuenta con cilindros de gas para preparar los alimentos.

 

Raúl Arroyo Martínez, profesor e integrante de la comisión de prensa y difusión de la sección 18 de Michoacán, explica que la estructura del plantón está organizada en brigadas: abasto y alimentos, salud, vigilancia, limpieza, difusión y hasta del resguardo de las llaves de los sanitarios móviles. Cada quien sabe cuáles son sus obligaciones.

 

El docente michoacano asegura que la vida en el campamento no es fácil, con la época de lluvias las tiendas se inundaron en varias ocasiones y hay que poner las colchonetas al sol. Además, la familia los extraña.

 

“Es difícil, pero el tema es la defensa de la educación pública del país, no sólo de nuestro empleo. Esto es un mal necesario para seguir insistiendo en la abrogación de la reforma, que no va a beneficiar al pueblo”, explica Martínez

 

Los maestros están organizados en comisiones, cada quien paga sus gastos y vienen una semana a reforzar el plantón. Después regresan a sus estados y esperan a que les toque nuevamente venir al DF.

 

Con el fin de cursos, la mayoría de los docentes regresó a sus escuelas para concluir el ciclo escolar y entregar los papeles oficiales a los miles de niños que estuvieron sin clases por varios meses en Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

 

Según han anunciado, el viernes por la tarde el plantón –que ya cumplió dos meses- se va extender en el Zócalo y se mantendrá así por lo menos todo el verano, o hasta que se cumpla su demanda de dar marcha atrás en la reforma educativa. Esto, en el marco del inicio del Foro Nacional de Educación en el Centro de Convenciones de Tlatelolco.