Ver obras de maestros como Da Vinci, Caravaggio, Tiziano y Guido Reni es un privilegio del que disfrutan desde ayer miles de brasileños gracias a una exposición de tesoros artísticos del Vaticano llevados a Río de Janeiro con motivo de la próxima visita del papa Francisco, que estará en la ciudad y en el Santuario Nacional de Aparecida del 22 al 28 de julio.

 

La exposición “El legado de lo sagrado: obras maestras del Vaticano y los museos italianos”, está abierta desde ayer y hasta el 13 de octubre, y reúne 105 obras en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de la ciudad carioca.

 

El principal criterio para la selección de las 105 obras de entre las más de 200 mil piezas sólo en los museos del Vaticano, fue enfocarse en “la vida de Cristo, la Virgen María y de los santos”. Por ello, se excluyeron las obras etruscas y del clasicismo griego y romano.

 

La exposición se divide en cuatro módulos temáticos: los episodios de la vida de Cristo, la misión y vocación de los apóstoles Pedro y Pablo; las representaciones de María y la vida de los santos.

 

Durante la muestra, el público podrá ver una pieza de la colección de la Sacristía Secreta, una sala anexa a la Capilla Sixtina a la que sólo el Papa tiene acceso.

 

Es el Mandylion de Edesa, un lienzo sobre madera de cedro con un rostro que la tradición atribuye al de Cristo y que salió a la luz entre los siglos III y IV, enmarcada en oro, plata y perlas de Francesco Comi (1623).

 

En la misma sala, podrá verse la tela Salvador Mundi (siglo XVI), de Leonardo da Vinci, que ha dado origen a una controversia entre los historiadores del arte, según el comisario.

 

El mundo que reposa en la palma de Cristo se compone de cuatro partes, a diferencia de las tres retratadas en esa época, lo que indicaría, para algunos, que Leonardo da Vinci sabría de la existencia de América.

 

Otra obra destacada de la exposición es la “Piedad” de Miguel Ángel, aunque en realidad es una réplica de 1975, ya que el original fue atacado con un martillo por un hombre en 1972 y actualmente, restaurado, no sale del Vaticano.

 

La exposición, que ocupa toda la segunda planta del museo, también incluye candelabros, crucifijos, iconos, bustos y piezas como un fragmento de sarcófago decorado con motivo bíblico.

 

Los organizadores esperan que atraiga a unos 400 mil visitantes, cerca del récord de la ciudad de 432 mil de una exposición de Claude Monet en 1996.