CHILE. Decenas de miles de trabajadores marcharon el jueves para exigir mejores salarios y jubilaciones en adhesión a una huelga nacional convocada por la Central Unitaria de Trabajadores, aunque el gobierno afirmó que sólo se plegaron a la protesta el 6,4% de los empleados estatales.

 

La protesta comenzó en la madrugada con la acción violenta de un grupo de encapuchados que quemó un autobús del transporte público con cuatro bombas molotov y con el levantamiento coordinado de barricadas en llamas en 12 sectores de la ciudad, precisó el ministro del Interior Andrés Chadwick. Hubo 67 detenidos y seis policías heridos leves.

 

Los trabajadores, acompañados de estudiantes, marcharon pacíficamente en dos columnas, una por la principal avenida de la ciudad. Concluida la concentración, vándalos encapuchados rompieron las cortinas metálicas de una sucursal bancaria y un abogado de la Central fue herido en la cabeza cuando defendía a un funcionario del banco.