El gobierno francés confirmó hoy la muerte de al menos siete personas y “varias decenas” de heridos en el descarrilamiento de un tren en el sur de París.
“El balance está en constante evolución y va a agravarse”, advirtió el ministro francés del Interior, Manuel Valls, en una intervención en Nimes en la que se refirió al siniestro, ocurrido en la estación de Bretigny sur Orge, a una veintena de kilómetros de la capital de Francia.
El ministro indicó que se ha activado el “plan rojo” para movilizar a los servicios de rescate y equipos sanitarios encargados de atender a las víctimas.
El presidente de la compañía ferroviaria francesa SNCF, Guillaume Pepy, habló de “catástrofe ferroviaria” e indicó que hubo un descarrilamiento a partir del tercer vagón, cuando el tren atravesaba la estación de Bretigny sur Orge.
“Todavía no conocemos las razones de este descarrilamiento”, comentó Pépy en declaraciones a los medios de comunicación junto al lugar de los hechos, antes de precisar que en el tren viajaban “unos 370 pasajeros”.
Hollande se desplaza a zona del accidente
En tanto el presidente francés, François Hollande, se dirige a la estación de Bretigny sur Orge, donde continúan las labores de rescate de las personas que se encuentran atrapadas en los vagones que descarrilaron en un tren París-Limoges, que había salido de la estación de Austerlitz de la capital francesa a las 16:53.
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