NUEVA YORK. Microsoft reestructura su empresa con el propósito de hacer innovaciones con mayor rapidez y centrarse en productos y servicios.
La decisión del principal productor de programas de cómputo ocurre en medio de una respuesta tibia de los usuarios a la más reciente versión de su emblemático sistema operativo Windows y en momentos en que se registra un descenso en la demanda de las computadoras personales (PCs), debido a que la gente está cambiándolas por tabletas y otros artefactos móviles.
El director general de Microsoft, Steve Ballmer, dijo en un memorando enviado el jueves a los empleados que los cambios tienen como objetivo que la compañía se concentre en una sola estrategia y organizar a la empresa por el tipo de funciones.
Aunque se esperaba desde hace tiempo, es demasiado temprano para afirmar si la reorganización ayudará a Microsoft a competir con rivales más sagaces como Apple y Google.
“Aunque vamos a presentar múltiples dispositivos y servicios para ejecutar y obtener beneficios económicos de la estrategia, la estrategia de un solo núcleo nos llevará a establecer objetivos compartidos para todo lo que hacemos. Veremos nuestra línea de productos de manera integral y no como un conjunto de islas”, escribió Ballmer.
Las nuevas divisiones de la compañía incluyen ingeniería, mercadotecnia y desarrollo de negocios.
La empresa nombró a Julie Larson-Green para dirigir su grupo de productos y estudios de ingeniería y para supervisar el desarrollo de equipos, juegos, música y entretenimiento.
Ella había sido ascendida en noviembre para dirigir todo el software de Windows y la ingeniería de hardware después de que Steven Sinofsky, presidente de operaciones de Windows y Windows Live, salió de la compañía poco después del lanzamiento de Windows 8.
Terry Myerson dirigirá los sistemas operativos y el grupo de ingeniería, específicamente, Windows.
Qi Lu dirigirá aplicaciones y servicios.
En su memorándum, Ballmer enfatizó el nuevo foco de la compañía en “un Microsoft”.
Dijo que Microsoft se encamina a operar como una empresa cohesionada en lugar de un “conjunto de estrategias de división”.
Las presiones competitivas impulsan la reorganización, ya que dos de los rivales otrora menores de Microsoft, Apple y Google, han surgido como los pioneros de las tendencias tecnológicas.
En un mundo que gira cada vez más alrededor de los dispositivos móviles y servicios de internet, Microsoft ha batallado para adaptarse a la agitación. La compañía quiere asegurar su relevancia en el futuro, al tiempo que protege la franquicia de computadoras personales que siempre ha generado la mayor parte de sus ingresos.
El cambio de guardia ya ha sido detectado por Wall Street. Tanto Apple como Google cuentan con valores de mercado más altos que Microsoft, a pesar de un aumento del precio de las acciones de Microsoft durante los últimos tres meses.
La nueva ley del más fuerte habría parecido inconcebible cuando Google salió a bolsa hace casi nueve años. El precio de las acciones de Apple es casi 28 veces mayor de lo que era entonces, mientras que el de Google es 10 veces mayor.
El precio de las acciones de Microsoft ha avanzado apenas un 30% desde entonces, en gran parte debido a que la empresa cuenta con un menor número de acciones en circulación de las que tenía hace nueve años.
El mediocre desempeño de las acciones de Microsoft ha ampliado la especulación de que la compañía podría considerar sustituir a Steve Ballmer, quien se hizo cargo cuando el cofundador Bill Gates renunció como director general hace 13 años.
La reorganización podría ser el intento de Ballmer para aplacar a los accionistas con una revisión que parece tomar prestados elementos de iniciativas de Apple y Google.
“SU PRIVACIDAD ES NUESTRA PRIORIDAD”
Microsoft, la empresa que en abril dio a conocer una campaña cuyo lema era “su privacidad es nuestra prioridad”, es parte fundamental de la estrategia de ciberespionaje del gobierno de Estados Unidos.
Durante los últimos tres años, Microsoft ha colaborado con los servicios de inteligencia de Estados Unidos para permitir que las comunicaciones de los usuarios sean interceptadas y descifradas.
“Incluso ha ayudado a la NSA a eludir la propia encriptación de la compañía”, reveló The Guardian.
El pasado cinco de junio Edward J. Snowden, ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) reveló a través de The Guardian, la existencia del programa de espionaje a ciudadanos estadounidenses y extranjeros, PRISM, coordinado por la NSA en colaboración con las principales compañías de tecnologías a nivel global, entre ellas se nombró a gigantes como Google, Facebook y Microsoft.
Ésta última negó la existencia de programas de espionaje dentro de sus servicios y se limitó a explicar que había ciertas exigencias por parte de autoridades estadunidenses que como empresa privada tenían que cumplir.
“Microsoft ayudó a la NSA a eludir su encriptación para hacer frente a las preocupaciones del organismo después de interceptar chats web en el nuevo portal Outlook.com; la NSA ya tenía el pre-cifrado de acceso a correos electrónicos desde Hotmail”, explican los documentos en poder del diario británico.
Estas pruebas provienen de las Operaciones Especiales de la NSA división SSO, que son descritas por Snowden como “la joya de la corona” de la agencia de inteligencia.
De acuerdo con los documentos de la SSO, Microsoft trabaja como enlace entre las agencias de inteligencia, el FBI, NSA y las empresas de Silicon Valley, para ejecutar el programa PRISM.
“Con ello, PRISM evitaba una pedir autorizaciones por separado para capturar y descifrar datos almacenados en la nube de SkyDrive”, dicen los documentos.
Es decir, entregaba los datos con un proceso de encriptamiento básico con el fin de que los analistas de datos de PRISM no tuvieran que solicitar permisos especiales y procesarlos de manera más rápida.
“Esta nueva capacidad dará lugar a una respuesta más completa y oportuna. Este éxito es el resultado del trabajo del FBI junto con Microsoft para obtener la solución de tareas y cobros establecidos”, dijo la NSA en los documentos mostrados ayer por The Guardian.