ESTAMBUL. Los agentes antidisturbios volvieron a utilizar hoy en Estambul cañones de agua a presión y gas lacrimógeno contra una manifestación, dentro de las protestas por el parque Gezi, que mantienen en vilo a Turquía desde mayo pasado.
A media tarde, centenares de personas se congregaron en la calle de Istiklal, céntrica arteria comercial de Estambul, para marchar hacia la plaza Taksim donde iba a leerse un comunicado, pero la marcha fue bloqueada por dos blindados de la policía.
Los participantes gritaron consignas a favor del Colegio Oficial de Arquitectos, un cuerpo hasta ahora de consulta obligada en los proyectos de reformas urbanas, pero cuyas competencias fueron anuladas el martes mediante una ley votada en el Parlamento.
La oposición ha considerado esta ley una “venganza” contra el organismo profesional, ya que varios de sus dirigentes forman parte de la cúpula de Solidaridad con Taksim, la red que coordina las protestas contra la reurbanización del parque Gezi, en Estambul.
La secretaria general del cuerpo de arquitectos, Mücella Yapici, fue detenida el lunes y acusada de “crear una organización con fines delictivos”, pero puesta en libertad por el juzgado el jueves.
Un comunicado difundido por el Colegio de Arquitectos de Estambul denuncia que la ley aprobada “en una operación nocturna” con los votos del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP), “que no soporta ninguna voz disidente”, es “una invitación abierta a saquear bosques, playas, campos y aguas”.
Mientras tanto, tras una hora de tensión en la calle Istiklal y sin que mediaran provocaciones de los manifestantes, la policía empezó a cargar con cañones de agua a presión y botes de gas lacrimógeno para dispersar la concentración.
Según la cadena Halk TV, un grupo de civiles armados con palos, aparentemente simpatizantes del Gobierno islamista conservador, agredió a varios periodistas en una calle cercana.